En Colombia, el despido colectivo es una medida regulada por la Ley 50 de 1990 que permite a una empresa terminar los contratos de trabajo de un grupo de empleados debido a razones económicas, técnicas, operativas o administrativas.
Sin embargo, esta figura laboral está sujeta a estrictos procedimientos para proteger los derechos de los trabajadores.
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El despido colectivo se da cuando una empresa decide desvincular a un porcentaje significativo de su personal en un periodo de seis meses. Este porcentaje varía según el tamaño de la empresa:
Empresas con 10 a 50 empleados: 30%. Entre 51 y 100 empleados: 20%. Entre 101 y 200 empleados: 15%. De 201 a 500 empleados: 9%. Entre 501 y 1.000 empleados: 7%. Más de 1.000 empleados: 5%.
Para llevar a cabo este proceso, la compañía debe solicitar autorización al Ministerio del Trabajo, explicando detalladamente las causas que motivan la medida. Además, debe notificar por escrito a los trabajadores afectados.
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Dado que un despido colectivo no se considera una “justa causa”, los trabajadores tienen derecho a recibir una indemnización equivalente a la que se otorgaría en un despido injustificado. Esto significa que la empresa debe compensar a cada empleado según lo establecido en el Código Sustantivo del Trabajo.
No obstante, hay una excepción: si la empresa tiene un patrimonio líquido gravable inferior a 1.000 salarios mínimos mensuales vigentes, el monto de la indemnización será del 50% de la cifra que correspondería por ley.
La autorización para un despido colectivo no es automática. El Ministerio del Trabajo analiza si las razones presentadas por la empresa son válidas y si cumple con los requisitos legales. Este procedimiento busca garantizar que la medida sea proporcional y respete los derechos de los empleados.
Los trabajadores despedidos deben estar atentos a recibir la notificación oficial de la empresa y a que se respeten sus derechos laborales, incluyendo el pago de la indemnización correspondiente. En caso de irregularidades, pueden presentar quejas ante el Ministerio del Trabajo.
Aunque el despido colectivo es una medida que busca balancear las necesidades empresariales con la protección de los trabajadores, no deja de ser un proceso sensible que impacta tanto a los empleados como a las organizaciones. Por ello, es fundamental garantizar que las reglas sean claras y se cumplan a cabalidad.