Recientemente se conoció el caso de una turista de 55 años que fue atacada por un tiburón, mientras vacacionaba en las Islas Turcas y Caicos. El suceso ocurrió el pasado 7 de febrero en la playa Thompson Cove, ubicada en la isla Providenciales, cuando la turista se acercó al animal para tomarle fotografías y, según nuevos informes, sufrió la pérdida de ambas manos.
De acuerdo con el reporte de la Real Fuerza de Policía de las Islas Turcas y Caicos, el ataque ocurrió alrededor de las 10:30 a. m., hora local. La mujer, de 55 años, se encontraba en aguas poco profundas, a escasos metros de la orilla, cuando el tiburón, de aproximadamente 1.80 metros, la atacó de forma repentina. Hasta el momento se desconoce que tipo de tiburón habría sido el responsable de este ataque.
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Su esposo, quien presenció la escena, no dudó en lanzarse al agua para intentar ahuyentar al tiburón y rescatar a su pareja. Gracias a su rápida acción, la mujer fue llevada de inmediato a la orilla, donde recibió auxilio antes de ser trasladada al Centro Médico Cheshire Hall para atención de emergencia. Con respecto a su salud, autoridades mencionaron que se le tuvo que realizar un procedimiento médico urgente de la amputación de ambas manos y parte de su brazo.
La mujer fue amputada de un brazo por debajo de la muñeca y el otro quedó hasta la mitad del antebrazo. El ataque ocurrió mientras la turista intentaba fotografiar al animal y al ver que este se le abalanzó, intentó defenderse, resultando en el feroz ataque del animal, quien le arrancó las manos de un mordisco.
La mujer se encuentra recuperándose en su ciudad natal para recibir el tratamiento médico correspondiente a sus graves heridas.
Tras el incidente, la playa fue cerrada de inmediato por el Departamento de Medio Ambiente y Recursos Costeros (DECR), mientras se investigaban las circunstancias del ataque. La policía local emitió un comunicado expresando su solidaridad con la víctima y su familia, asegurando que las investigaciones continúan para esclarecer lo sucedido.
En redes sociales, el DECR advirtió a residentes y turistas sobre la importancia de seguir las medidas de seguridad al disfrutar del mar, pues pide a turistas que “siempre estén al tanto de su entorno, sigan los consejos locales y respeten la vida marina. Naden en zonas designadas, eviten aguas turbias, nunca naden solos, y no intenten alimentar la fauna marina bajo ninguna circunstancia” se lee en su publicación.
“Tras la investigación, se ha determinado que el turista había intentado entablar contacto con el animal desde los bajíos en un intento de tomar fotografías”, señaló la entidad a cargo del caso.
El 9 de febrero, dos días después del ataque, el Departamento de Recursos Ambientales y Costeros de las Islas Turcas y Caicos, autorizó la reapertura de la playa, pero mantuvo un llamado a la precaución y a disfrutar el océano de manera responsable y así evitar nuevos incidentes.
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En el Caribe han ocurrido varios ataques por parte de esta especie, la mayoría de los casos han sido vinculados a intentos de turistas por alimentar o fotografiar a estas criaturas marinas, cosa que se considera una práctica riesgosa. Autoridades encargadas del caso también alertaron a otros visitantes en islas sobre tiburones que asocian a buzos como fuentes de alimentos, especialmente cuando transportan en sus manos objetos de caza y carnada para peces.