Con motivo del receso de Semana Santa y el aumento de desplazamientos a regiones con riesgo epidemiológico, EPS Sanitas alertó a sus afiliados sobre el incremento de casos de fiebre amarilla en Colombia.
En lo que va del año, la EPS ha confirmado cuatro casos, tres entre sus afiliados, de los cuales dos fallecieron.
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A nivel nacional, se han reportado al menos 70 casos y 33 muertes entre 2024 y 2025, con una letalidad del 47 % en casos agravados, según el Ministerio de Salud. Las zonas de mayor riesgo incluyen departamentos como Tolima, Caquetá y Huila, este último sin casos reportados pero cercano a áreas afectadas.
EPS Sanitas hace un llamado urgente a la vacunación, destacando que es gratuita y está disponible en puntos autorizados por las secretarías de salud.
Además, recomienda evitar picaduras de mosquito con ropa adecuada y repelente, no visitar selvas sin control sanitario y consultar al médico ante síntomas como fiebre alta, dolor muscular o coloración amarilla en piel u ojos.
La entidad reafirma su compromiso con la salud pública, reforzando sus estrategias de prevención mediante puntos de vacunación y trabajo conjunto con las autoridades sanitarias.
Finalmente, la EPS invita a sus usuarios a seguir las recomendaciones oficiales durante la temporada de alta movilidad.
Qué es la fiebre amarilla y cómo se transmite
La fiebre amarilla es una enfermedad viral aguda transmitida principalmente por la picadura de mosquitos infectados, en especial del género Aedes y Haemagogus. Su nombre proviene del color amarillo característico que adquiere la piel de algunas personas infectadas debido a la ictericia, una señal de daño hepático. Esta enfermedad es endémica en áreas tropicales de América del Sur y África subsahariana, donde las condiciones climáticas favorecen la reproducción de los mosquitos vectores.
El virus de la fiebre amarilla pertenece al género Flavivirus y tiene un ciclo de transmisión urbano, selvático y transicional, dependiendo del entorno y del mosquito implicado. En áreas urbanas, el virus se propaga rápidamente debido a la alta densidad de personas y mosquitos.
Identificar la fiebre amarilla puede ser complicado en sus etapas iniciales, ya que sus síntomas se parecen a los de otras enfermedades comunes como la gripe, el dengue o el Zika. En una primera fase, la fiebre amarilla suele manifestarse con fiebre alta, dolores musculares —especialmente en la espalda—, dolor de cabeza, escalofríos, pérdida de apetito y náuseas o vómitos. En la mayoría de los casos, estos síntomas desaparecen tras unos pocos días. Sin embargo, en aproximadamente un 15% de los pacientes, la enfermedad entra en una segunda fase más tóxica.
Esta etapa es mucho más grave y puede incluir ictericia (coloración amarillenta en la piel y ojos), hemorragias internas y externas, daño hepático, insuficiencia renal y hasta coma. La tasa de mortalidad en esta fase puede superar el 50%, por lo que el reconocimiento temprano y el tratamiento de soporte adecuado son cruciales.
Cómo evitar la fiebre amarilla en Colombia
Prevenir la fiebre amarilla es esencial, especialmente en regiones endémicas o si se planea viajar a dichas zonas. La forma más efectiva de prevención es la vacunación. La vacuna contra la fiebre amarilla es segura, altamente eficaz y brinda inmunidad de por vida con una sola dosis. Se recomienda vacunarse al menos 10 días antes del viaje.
Además, es importante tomar medidas para evitar las picaduras de mosquitos. Esto incluye usar repelentes adecuados, vestir ropa de manga larga y colores claros, utilizar mosquiteros al dormir y asegurarse de que los espacios interiores estén protegidos con mallas o aire acondicionado.
También se debe evitar la acumulación de agua estancada, ya que es el lugar ideal para que los mosquitos se reproduzcan. La combinación de la vacunación y el control del vector es fundamental para reducir los brotes y proteger a las poblaciones vulnerables.