La ciudad conocida como la ‘Sucursal del cielo’ es una tierra cálida y fértil, a la que le queda bien el título de ‘biodiverciudad’.
Siete ríos, 61 humedales, 604 especies de aves, 386 de árboles y los Farallones de Cali, las formaciones rocosas más jóvenes de la Cordillera Occidental, hacen de Santiago de Cali un territorio especialmente biodiverso.
“Tenemos una riqueza que no la tiene cualquier ciudad. Somos ricos en fauna y flora, tenemos mamíferos, insectos, anfibios y peces únicos en algunas partes de nuestros ríos. Además de eso tenemos una flora que es endémica, en muchos casos, y nos hace únicos, gracias al Chocó Biogeográfico y el Bioma Amazónico”, explica el director del Departamento Administrativo de Gestión del Medio Ambiente (Dagma), Mauricio Mina Pontón.
Tenemos una riqueza que no la tiene cualquier ciudad. Somos ricos en fauna y flora, tenemos mamíferos, insectos, anfibios y peces únicos en algunas partes de nuestros ríos.
Esta entidad y el Instituto Humboldt hicieron el ejercicio de someter a la ciudad al Índice de Biodiversidad Urbana o Índice de Singapur, herramienta de evaluación que sirve para mejorar la gestión de los ecosistemas y el bienestar de las personas.
En este Índice, Cali obtuvo 74 de los 108 puntos posibles, lo que evidencia la fortaleza en el componente de biodiversidad nativa. Allí se encontró que cerca del 25 por ciento del área urbana y periurbana corresponde a áreas naturales bien conectadas con una considerable diversidad de aves.
Biodiversidad Cali 09oct24 by Le Nakawé
“En cuanto al componente de servicios ecosistémicos, los indicadores relacionados con servicios recreativos, y de salud y bienestar, mostraron resultados prometedores. Se destaca que la ciudad cuenta con cerca de tres hectáreas de áreas verdes por cada mil habitantes y una gran parte de la población tiene acceso a, mínimo, un espacio verde en un radio de 400 metros”, asegura el Humboldt.
En cuanto al componente de servicios ecosistémicos, los indicadores relacionados con servicios recreativos, y de salud y bienestar, mostraron resultados prometedores. Se destaca que la ciudad cuenta con cerca de tres hectáreas de áreas verdes por cada mil habitantes y una gran parte de la población tiene acceso a, mínimo, un espacio verde en un radio de 400 metros.
La tarea por hacer
Entre las estrategias que se han formulado para conservar la biodiversidad de Cali, el Dagma comtempla la de dar incentivos por servicios ambientales. “El decreto ley 870 y el 1007 nos permiten que contribuyamos con una transición verde a través de un incentivo económico”, explica Mira Pontón.
Otras herramientas le apuntan a la transformación de comportamientos en temas como el vertimiento de aguas; y unas más, financieras, plantean que se desarrollen fondos en los próximos meses para el apoyo a los negocios verdes.
“También está el hecho de que vamos a reforzar la autoridad ambiental y la investigación, además del trabajo de vigilancia y control. Como autoridad ambiental debemos ser mucho más proactivos y generar señales económicas y de protección, a través de distintas estrategias que permiten que la ciudad vaya en la dirección correcta”, afirma Mira Pontón.
Como autoridad ambiental debemos ser mucho más proactivos y generar señales económicas y de protección, a través de distintas estrategias que permiten que la ciudad vaya en la dirección correcta.
El ostentar el título de biodiverciudad permite, entre otras cosas, atraer más turismo y garantizar la sostenibilidad del territorio. Esta condición puede llevar a que muchos de los fondos y recursos sean empleados en conservar y proteger los recursos diversos de la zona.
“El apellido biodiverciudad posibilita que muchos recursos sean canalizados para la preservación del capital natural de Cali”, puntualiza Mira Pontón.
El apellido biodiverciudad posibilita que muchos recursos sean canalizados para la preservación del capital natural de Cali.
Cuatro joyas
La Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC), señala que la importancia de la biodiversidad de la ciudad se da en lo que llama “cuatro joyas naturales que albergan una biodiversidad excepcional, con una variedad de paisajes y ecosistemas que van desde el bosque seco tropical hasta el páramo, donde habitan una gran cantidad de especies de flora y fauna, muchas de ellas endémicas y en peligro de extinción”.
Estas joyas son el Parque Nacional Natural Farallones de Cali, la Reserva Forestal Protectora Nacional Cali y Meléndez, la Cerro Dapa Carisucio en la Reserva Forestal Protectora Nacional Aguacatal (La Elvira) y el Distrito Regional de Manejo Integrado Pance, que corresponden a áreas protegidas que conservan el patrimonio ambiental y cultural de la ciudad, del departamento y del país.
Además, el suroriente de la ciudad limita con el Distrito de Conservación de Suelos Bocas del Palo, un área protegida, recientemente declarada por la CVC en Jamundí, que proporciona importantes servicios ecosistémicos a la gente de Cali.
Apuesta por los bosques
De los 39 bosques urbanos que están en Cali, 35 se ubican en áreas públicas. Allí se está desarrollando un trabajo de esquemas de arborización con especies nativas.
La inversión para preservar lo que denominan la “joya de la corona”, los bosques de la ciudad, es superior a los 3.500 millones de pesos. Estos recursos, además, se emplean en la restauración de áreas degradadas.
La CVC destaca que todas estas acciones se dan de la mano con las comunidades de la ciudad. Con estrategias como estas, los caleños protegen los chiminangos, las ceibas, los almendros, los limonares y otras especies que, entre otras cosas, están perpetuadas en los nombres de algunos de sus barrios.
Más de 600 especies convirtieron a Cali en la capital mundial del avistamiento de aves
El tororoi bailador, sigiloso y elegante, se caracteriza por sus alas cortas. Diego Calderón, Colombia BirdingColombia es el país más diverso en especies de aves. Registra 1.966 especies, de las cuales más de 275 son migratorias.
En el departamento del Valle del Cauca, el número de especies de aves es de 989 y, para el caso de Cali, son más de 600 las registradas.
De ellas, 72 son migratorias, 52 semiendémicas y 7 endémicas, es decir que no se encuentran en ningún otro lugar del mundo.
El Bichofué, el Pechirrojo, el Azulejo, la Pigua, el Gavilán Caminero, el Carpintero Real, la Tangara Multicolor y los Toritos Cabecirrojos, adornan los cielos y árboles de la ciudad.
Sin embargo, más allá del espectáculo visual y sonoro que ofrecen, las aves caleñas, como las del resto del mundo, cumplen una función trascendental en los ecosistemas.
Son las encargadas de polinizar las plantas, controlar plagas y consumir carroña, además de ser responsables de buena parte de la distribución de semillas.
También se encargan de traer turistas. Cuando embellecen los paisajes con sus distintos colores, extraordinaria belleza y hermosos cantos, se convierten en blanco de la mirada de ellos y de los observadores de aves que, no pocas veces, viajan hasta este territorio del país para deleitarse con su presencia. Por esto, Cali ostenta el título de la capital mundial de avistamiento de aves.
Marco Antonio Suárez, director de la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca CVC, explica algunos de los factores que hacen de la ‘Sucursal del cielo’ el sitio ideal para los pájaros y quienes gusten de su contemplación: “Es una ciudad que tiene parques, jardines, árboles y zonas verdes en abundancia en la parte urbana. En la rural, cuenta con ecoparques y áreas protegidas, públicas y privadas. Además tiene corredores de conectividad que facilitan el vuelo productivo en los dos ambientes”, dice Suárez.
El director de la CVC invita a todas las personas que gozan de pajarear, o que están aprendiendo a hacerlo, a que visiten la capital del Valle del Cauca, para contemplar el espectáculo que ofrecen sus aves.
Del tororoi bailador y la sabrosura de la biodiversidad
El Tororoi Bailador fue recientemente descubierto por investigadores de la Universidad Icesi en el Parque Farallones de Cali. Su nombre se lo debe a que cuando está en tierra parece que bailara sigiloso y elegante. Pertenece a la familia Grallariidae y se caracteriza por su plumaje marrón oscuro y su llamativo pico curvado. El número de ejemplares conocidos es muy reducido. En poco tiempo se ha convertido en símbolo de la diversidad.
La protección a Los Farallones, una prioridad en el Valle
Los Farallones de Cali son los principales abastecedores de agua de la ciudad. ArchivoLa Secretaría de Seguridad y Justicia de Cali, en cabeza de Jairo García, adelanta una estrategia de protección, vigilancia y transformación de las actividades ilegales que afectan a los Farallones de Cali, formaciones rocosas de hasta 4.100 metros sobre el nivel del mar, las más jóvenes de la cordillera occidental de Colombia.
“Es una estrategia integral que involucra desde el fortalecimiento de los puntos de acceso, para prevenir que haya minería ilegal, también hemos desarrollado acciones de control permanentes en aquellas bocaminas que continúan estando activas, con limpieza en esos sectores”, cuenta García.
De la mano de la Fiscalía General y la Policía Nacional de Carabineros, las autoridades locales han logrado resultados de capturas y judicializaciones. Sumado a esto, hay un trabajo conjunto con las comunidades para crear rutas de turismo que protejan la biodiversidad.
mónica vargas - periodista externo ace