Con el cierre del cónclave y el anuncio de Robert Prevost como el nuevo sumo pontífice de la Iglesia católica, una incógnita surgió entre los fieles: ¿mantendrá el papa la misma cercanía con el deporte como lo tuvo su antecesor, Francisco?Lo de Francisco era apenas lógico. Creció en un contexto suramericano y, siendo argentino, con una rica tradición futbolera, por lo que nunca ocultó su amor por San Lorenzo de Almagro, del cual fue socio desde joven.