En medio de la cordillera Central se encuentra un paraje enmarcado por una exuberante vegetación, construido sobre las bases que plantaron los indígenas y donde los colonos se abrieron paso con esfuerzo. El aire se llena del aroma de un café recién hecho, y el sabor de su taza humeante se pinta con los colores de los colibríes. Una experiencia única y sinérgica, armónica y llena de vida: eso es el Quindío.Al llegar, por aire o tierra, la primera impresión es de asombro y maravilla. Quienes han visitado este paraíso conocen la experiencia de sentir el paisaje, su cultura y biodiversidad.