El papa Francisco, hospitalizado desde hace ocho días por una neumonía bilateral, pasó una buena noche, informó el Vaticano el sábado 22 de febrero, aunque —según sus médicos— el pontífice argentino, de 88 años, aún no está “fuera de peligro”.“El papa Francisco descansó bien”, afirmó la Santa Sede en un escueto comunicado.