Gabriela Daza Ortiz

Las emociones y las finanzas se encuentran directamente relacionadas y la sensación de que el dinero no alcanza afecta a muchas personas. Obligaciones financieras como las cuentas por pagar, el arriendo, la alimentación, las inversiones y, como no, las deudas, se pueden transformar en cargas emocionales que generan estrés financiero, el cual se manifiesta de muchas maneras.La mayoría de los problemas emocionales, fruto del estrés financiero, se reflejan a través de problemas físicos como acné, sudor, gastritis y hasta cáncer.

Un nuevo año comienza y, con él, otro inicio del calendario académico. Para estas épocas, los padres deben alistar el bolsillo para las matrículas, los libros y los uniformes, gastos que terminan impactando significativamente la economía de muchos hogares.En promedio, la mayoría de las familias recurren al endeudamiento para el regreso a clases con el fin de cubrir esta necesidad.