Laura Charry

Antonio está cercano a cumplir 80 años. Ha sido un trabajador disciplinado del campo, nunca le han faltado ofertas para coger café, cuidar ganado o fincas y aunque logró pensionarse con un salario mínimo de su último empleo -algo extraordinario en su contexto pues la mayoría de los trabajadores del campo son informales-, el dinero no le alcanza.A su cargo ya no solo están su esposa y un hijo enfermo, sino también tres nietos pequeños, así que con achaques y todo no deja de jornalear.

En medio de la incertidumbre global por la nueva política arancelaria estadounidense, la cual tiene en rojo a las principales bolsas mundiales, Colombia, que en términos relativos no resultó tan golpeada como otras naciones, está buscando la mejor manera de enfrentar el nuevo escenario comercial.Con este objetivo, en la Cancillería se reunieron este lunes, 7 de abril, los representantes de 13 gremios económicos con los ministros de Comercio, Agricultura, Energía y Relaciones Internacionales para evaluar caminos que le permitan al país explorar nuevos mercados y abrir más puertas a sus produ

No hay mal que por bien no venga. Ese refrán les cae como anillo al dedo a las multinacionales mineras, a los mineros artesanales –que buscan oro con bateas en los ríos–, a la Dian e incluso a los grupos criminales que extraen oro de manera ilegal. Todos pueden hoy agradecerle a la nueva política arancelaria de Donald Trump, que ubicó al precio del metal precioso en máximos históricos. Desde que era candidato y aspiraba a su segundo periodo presidencial, Trump habló de su intención de subir los aranceles que su país les cobra al ingreso de productos extranjeros.

Durante el discurso en el que llamó el “día de la liberación”, el presidente Donald Trump anunció que impondrá un arancel mínimo del 10 % para todos los países del mundo, del que no se escapa Colombia.Con esta medida busca “volver a Estados Unidos rico de nuevo”, pues argumenta que así podrá equiparar la cancha frente a muchos países que le cobran elevados aranceles al ingreso de productos americanos, mientras que Estados Unidos les cobra una tarifa inferior.

Los 2,7 millones de colombianos que hasta febrero pasado no habían podido conseguir trabajo son el reflejo de uno de los mayores problemas sociales que enfrenta el país y que lo ubican como el segundo de más alta desocupación de América Latina, solo superado por Venezuela.Las cifras del Dane muestran que el número de desempleados se redujo en 267.000 personas entre febrero de 2024 y el mismo mes de 2025. Esto implica una tasa de desempleo de 10,3 %, el nivel más bajo registrado para el segundo mes del año en una década.

Sin conocerse aún la fecha ni las preguntas exactas con las que el Gobierno busca impulsar sus propuestas de cambio social a través de una consulta popular, por ahora solo se tiene claro que este mecanismo de participación intentará revivir la doblemente fallida reforma laboral. De hecho, a través de su cuenta de X, el presidente Gustavo Petro anunció que la primera pregunta de la consulta popular es “si el día termina a las 6 p. m.”. Es una pregunta cuya respuesta parece obvia, pero trae consigo una carga de profundidad, pues se refiere a uno de los temas más polémicos de la reforma.

Pese a que al cierre de 2024 el sector constructor tuvo una recuperación, que le permitió crecer 1,9 % en todo el año, inició 2025 con incertidumbre frente a los subsidios para la compra de vivienda y con expectativas de menores descensos en las tasas de interés del Banco de la República, que sirven de guía para todos los créditos que se dan en el país.Para evitar que el sector se vuelva a desacelerar, las entidades financieras acaban de comenzar una nueva competencia en tasas de interés hipotecarias, con las que buscan aumentar sus clientes y movilizar más recursos.