Laura Charry

Pese a que 2024 terminó con una gran preocupación por la situación fiscal del país y con una creciente expectativa por lo que vendrá en un año preelectoral, como lo es 2025, en el frente empresarial hay razones para el optimismo. Tras dos años de declive continuo en los sectores industrial y comercial, afectados por la duda sobre posibles modificaciones en las reglas de juego que rigen el mundo empresarial, el presente año comienza con expectativas de millonarias transacciones. Esto sugeriría que un número creciente de hombres de negocios está superando el pesimismo y volviendo a invertir.

Uno de los mensajes más claros de Donald Trump al inicio de su segundo mandato es que va a profundizar la guerra comercial, lo cual se traducirá en el incremento de aranceles a China, al mismo tiempo que anunció estrategias que, sin duda, van a generar nuevas tensiones con México y Panamá.Lo que podría ser una mala noticia para el comercio global, también podría implicar una oportunidad para que Colombia se convierta en la sede alterna del nearshoring en América Latina.

La crisis humanitaria provocada por las disputas territoriales entre el ELN y las disidencias de las Farc no da señales de mejora. Por el contrario, la Defensoría del Pueblo presentó un balance de la situación en el que contabilizó alrededor de 60 personas muertas de manera violenta por este conflicto en los municipios de Convención, Ábrego, Teorama, El Tarra, Hacarí y Tibú.La entidad aclaró además que entre las personas asesinadas se encuentran siete firmantes de paz y el líder Carmelo Guerrero de la Asociación por la Unidad Campesina del Catatumbo (ASUNCAT).

Los 60 muertos que contabiliza la Defensoría del Pueblo, más los miles de desplazados que hoy son víctimas de la guerra sin cuartel entre las disidencias de las Farc y el ELN en el Catatumbo, llevaron a monseñor Héctor Fabio Henao, delegado de la Conferencia Episcopal para las Relaciones Iglesia- Estado en Colombia, a realizar un fuerte pronunciamiento pidiendo el respeto del derecho internacional humanitario en la zona.“La grave crisis humanitaria que se vive en el Catatumbo clama para que quienes están enfrentados en esta zona del país respeten los principios humanitarios, el derecho inte

La senadora del Pacto Histórico e indígena Wayuu, Martha Peralta Epieyú, denunció que un hombre intentó entrar a su casa en Bogotá. Agregó que para ese fin rompieron la malla de seguridad, quitaron la energía y apagaron las cámaras.“Este es el resultado del odio, racismo y clasismo que destilan sin razón. Este es el resultado de muchos señalamientos mentirosos contra mí y mi familia. Por eso contra varios he decidido tomar acciones legales, porque las consecuencias de esos señalamientos engañosos son extremadamente peligrosas.

El orden público en Colombia no da señales de mejorar y, por el contrario, cada vez hay más indicadores que evidencian que en ese frente el país no va en la ruta correcta. Así lo concluye un análisis que realizó para el periódico El Tiempo, el exministro de defensa y exembajador, Juan Carlos Pinzón.Aprovechando su actual rol de académico, Pinzón, hoy Profesor de la Universidad de Princeton, se tomó el trabajo de comparar las estadísticas de seguridad, las cuales reflejan un claro deterioro. Así, por ejemplo, asegura que hay un incremento acelerado en la actividad de grupos criminales.

La violencia no da tregua en el país. La Defensoría del Pueblo denunció que, en Calamar, Guaviare, en la comunidad de Miravalle, están ocurriendo enfrentamientos entre estructuras del llamado “Bloque Amazonas”, bajo el mando de alias “Iván Mordisco”, y la estructura Jhon Linares del Bloque Jorge Suárez Briceño, del denominado “Estado Mayor de los Bloques”, bajo el mando de alias “Calarcá”.Como resultado de los enfrentamientos, se reporta un alto número de personas muertas y heridos.

El cruento accionar del ELN y las disidencias de las Farc en la región del Catatumbo, Norte de Santander, está provocando una grave crisis humanitaria en el país. A los hostigamientos, persecuciones, amenazas y asesinatos se está sumando un grave fenómeno de desplazamiento.Son familias que están abandonando sus parcelas en corregimientos como La Gabarra de Tibú. Su primer destino ha sido la alcaldía de Cúcuta, en donde buscan la protección de las autoridades departamentales.