Pese a que 2024 terminó con una gran preocupación por la situación fiscal del país y con una creciente expectativa por lo que vendrá en un año preelectoral, como lo es 2025, en el frente empresarial hay razones para el optimismo. Tras dos años de declive continuo en los sectores industrial y comercial, afectados por la duda sobre posibles modificaciones en las reglas de juego que rigen el mundo empresarial, el presente año comienza con expectativas de millonarias transacciones. Esto sugeriría que un número creciente de hombres de negocios está superando el pesimismo y volviendo a invertir.