Aunque los gatos son conocidos por ser bebedores selectivos y a veces reticentes a la calidad del agua que consumen, es crucial para crear bienestar.
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Es importante que el animal tome agua porque la hidratación adecuada es esencial para su salud. El agua ayuda a regular la temperatura corporal, facilita la digestión y favorece el buen funcionamiento de los riñones, lo que previene problemas como infecciones urinarias o cálculos renales, comunes en los míninos.
Además, el agua es fundamental para mantener el equilibrio de los electrolitos y evitar la deshidratación, especialmente en climas cálidos o si el gato consume una dieta seca. Un felino bien hidratado es más saludable y activo.
Lo ideal es cambiar el agua del gato al menos una vez al día. Este liquido estancado puede acumular bacterias, polvo y restos de comida que podrían hacer que el felino deje de beberla.
Además, el agua que lleva mucho tiempo en el recipiente tiende a calentarse, lo que también puede desalentar a los gatos beberla. Es recomendable asegurarse de que el recipiente de agua esté siempre limpio y libre de residuos.
Si se vive en un clima cálido o el gato pasa mucho tiempo al aire libre, podría ser necesario cambiar el agua con mayor frecuencia, dos o incluso tres veces al día. Algunos gatos también prefieren beber agua corriente, por lo que usar una fuente de agua para mascotas puede ser una excelente solución, ya que mantiene el agua en movimiento y fresca por más tiempo.
Otro punto importante es elegir un recipiente adecuado para el agua. Se recomienda usar recipientes de acero inoxidable, vidrio o cerámica, ya que los de plástico pueden retener olores y bacterias que podrían alterar el sabor del agua.
Cambiar el agua del gato diariamente, y en algunos casos más frecuentemente, es clave para fomentar su consumo de agua y asegurar su salud. Una hidratación adecuada ayuda a prevenir problemas urinarios y otros trastornos de salud en los gatos.
¿Cuántas veces hay que bañar a un gato?
Bañar a su animal no es algo que se deba hacer con frecuencia, ya que ellos son animales muy limpios y se acicalan solos. En general, su pelaje corto no necesita ser bañado a menos que se ensucie con algo que no pueda limpiarse solo, como sustancias pegajosas o tóxicas.
Para la mayoría de ellos, un baño cada 4 a 6 meses es suficiente, o incluso menos si no lo requiere. En el caso de los que tienen pelo largo o razas específicas que tienen un pelaje más denso, puede ser necesario bañarlos más frecuentemente, alrededor de una vez cada dos meses, para evitar enredos y problemas en la piel.
¿Por qué los gatos no les gusta el agua?
Aunque muchos de ellos parecen evitarlas, algunos disfrutan de ella. Existen varias razones por las cuales a ciertos les puede gustar:
- Curiosidad natural: son animales curiosos por naturaleza, y el movimiento del agua puede fascinarles. Algunos disfrutan de jugar con el agua o de observarla mientras cae de un grifo.
- Temperatura: a algunos les gusta el agua fresca, especialmente en climas cálidos. Pueden acercarse a fuentes de corriente, como grifos, para refrescarse o beber.
- Textura del pelaje: algunas razas como el Van Turco o el Bengalí, tienen un pelaje que es más resistente al agua. Esto les permite disfrutar de mojarse sin que se sientan incómodos.
- Instinto de caza: el movimiento del agua puede activar su instinto de caza. Estos animales suelen golpear o intentar atrapar gotas o salpicaduras como si fuesen presas.
Aunque no es común que esto se sientan atraídos por el agua, aquellos que lo hacen suelen disfrutar de jugar con ella o beber de fuentes en movimiento, que les resultan más interesantes que el agua estancada.