En un ejercicio de aritmética básica que ha causado cierta curiosidad, se planteó la siguiente operación: ¿Cuánto se obtiene de 7 + 10 (2 ÷ 2) – 20 x 1? A primera vista, la combinación de sumas, restas, multiplicaciones y divisiones podría parecer un desafío, pero al aplicar las reglas de la jerarquía, el resultado se revela con claridad.
Imagen de referencia / PulzoPara resolver esta ecuación, es fundamental seguir el orden correcto de las operaciones matemáticas, tal y como sucede con el reto matemático 12 ÷ 12 + 12 × 12 – 12 ÷ 12, donde se da prioridad a los signos correctos, sin importar cuál esté de izquierda a derecha.
La respuesta correcta es -3. Primero, se hace la división dentro del paréntesis (2 ÷ 2), que da como resultado 1. Luego, se efectúan las multiplicaciones 10 x 1 y 20 x 1. No obstante, para entenderlo mejor, se explicará el proceso a continuación:
- 7 + 10 (2 ÷ 2) – 20 x 1 =
- 7 + 10 x 1 – 20 x 1 =
- 7 + 10 – 20 =
- 17 – 20 = -3
¿Qué se resuelve primero en una operación?
En el mundo de las matemáticas, existe un orden jerárquico que dicta qué operaciones deben resolverse primero. Esta regla es crucial para obtener resultados precisos y evitar confusiones. La nemotécnica PEMDAS (paréntesis, exponentes, multiplicación y división, suma y resta) o BODMAS (paréntesis, órdenes, división y multiplicación, suma y resta) ayuda a recordar esta secuencia.
(Vea también: ¿Cuánto es 28 – 33 ÷ 3 + 6 – 10 ÷ 2? Reto matemático que pocos hacen en tres pasos)
Primero, se resuelven las operaciones dentro de paréntesis o corchetes. Luego, se calculan los exponentes o raíces. A continuación, se hacen las multiplicaciones y divisiones, siempre de izquierda a derecha. Finalmente, se efectúan las sumas y restas, también de izquierda a derecha.
¿Cómo se hacen los acertijos matemáticos?
La creación de un acertijo matemático es un proceso que combina ingenio, lógica y una pizca de picardía. El creador debe identificar un concepto matemático interesante y encontrar una forma de presentarlo de manera enigmática.
Esto implica ocultar la solución detrás de un velo de palabras o símbolos, invitando al lector a desentrañar el misterio. La clave está en encontrar el equilibrio perfecto entre la dificultad y la claridad, para que el acertijo sea desafiante pero no frustrante.