Pedro Nel Angarita Ascanio, firmante de los Acuerdos de Paz de 2016, fue asesinado este 21 de enero en el municipio de Teorama, Norte de Santander, en medio del conflicto armado que se ha desatado entre en el ELN y las disidencias de las Farc en la subregión del Catatumbo.Angarita formó parte del Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (ETCR) El Negro Eliécer Gaitán, en Caño Indio, Tibú, y llevaba a cabo su proceso de reincorporación en Teorama. Fue atacado por hombres armados mientras realizaba labores de recolección de basura en el barrio San Antonio.Angarita Ascanio, quien también se desempeñaba como vicepresidente de la Cooperativa Multiactiva de Reincorporación y Paz (Reincorpaz), es el octavo firmante de paz asesinado en la región del Catatumbo, una zona azotada por el conflicto armado y la violencia entre grupos ilegales. Su asesinato pone de manifiesto la creciente violencia que enfrentan los excombatientes de los Acuerdos de Paz, especialmente en regiones como el Catatumbo, donde la presencia de grupos armados y el narcotráfico sigue siendo una amenaza constante para quienes decidieron abandonar las armas y contribuir a la construcción de la paz en Colombia.🔴 #FirmanteDelAcuerdoAsesinadoPedro Nel Angarita Ascanio21/01/25Teorama, Norte de Santander➡️Pedro Nel Angarita Ascanio era firmante del acuerdo de paz de 2016, quien hizo parte del ETCR El Negro Eliécer Gaitán de Caño Indio, en el municipio de Tibú, Norte de Santander pic.twitter.com/sf5RIZ5xjA— INDEPAZ (@Indepaz) January 21, 2025La noticia del asesinato de Angarita ha generado consternación entre las organizaciones que apoyan el proceso de reincorporación, así como en las comunidades que luchan por la paz en la región. Por su parte, las autoridades locales y nacionales han expresado su compromiso de investigar el crimen y garantizar la seguridad de los excombatientes que aún se encuentran la zona del Catatumbo.Sin embargo, el asesinato de Angarita resalta las dificultades que aún enfrentan los firmantes de los Acuerdos de Paz para completar su proceso de reincorporación en un contexto de violencia persistente.Por otro lado, el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz) emitió una alerta sobre la grave situación que se está viviendo en la región del Catatumbo, la cual ha desencadenado una crisis humanitaria de gran magnitud. Así mismo, la Defensoría del Pueblo expresó su preocupación por el posible incremento del desplazamiento masivo en la zona, que ya afecta a más de 20.000 personas hasta el momento.
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