Las vidas de Armando Benedetti son más de siete, aunque ya ha quemado seis en el Gobierno. En las últimas horas se filtró desde el Ministerio del Interior una versión de que el exembajador ante la FAO y en Venezuela sería el nuevo ministro de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC). EL COLOMBIANO habló con cuatro fuentes alrededor de Benedetti y con otra fuente directa que pidió reserva. Dos aseguraron que esa cartera no estaba en los planes: “No es cierto. Él no quiere ningún Ministerio. Está bien donde está. 0 %.”.
Benedetti lleva ya tres meses en un cargo del que poco se conocen sus acciones. Se supone que iba a ser asesor ante el Congreso, pero el Congreso entró en vacaciones legislativas y desde entonces no hay certeza sobre su papel. Este diario supo que el exembajador está viviendo en Barranquilla y tiene tareas precisas delegadas directamente por el presidente Gustavo Petro. Su regreso a Palacio desató una crisis tan grande que varios ministros le pidieron explicaciones a Petro en un consejo del gabinete.
Aunque esa versión, filtrada por funcionarios de Presidencia, también estuvo a medias, pues este diario reveló que en realidad la queja mayoritaria era sobre las funciones de Laura Sarabia y el manejo que esta le ha dado a la administración del poder presidencial. Algunos ministros no estaban cómodos con Sarabia y eso explica que ella salga del Departamento Administrativo de Presidencia (DAPRE), es decir de ser la sombra y el filtro del mandatario, para irse a la Cancillería, otro cargo de alto nivel para el que algunos la han cuestionado por falta de experiencia.
La llegada del exmbajador sin ninguna duda desató un ambiente de tensión en la Casa de Nariño. Él mismo se encargó de comunicar a la prensa en su primer día que iba a estar en el tercer piso al lado de la oficina de Petro y de Sarabia. Y lo hizo con énfasis para que no quedara duda de su relevancia y su regreso. “Para algo vino a Bogotá”, dijo otra fuente consultada. Sarabia se mostró molesta y dio varias entrevistas acordadas a los medios señalando que ella “tomaría sus decisiones” en el momento indicado.
En medio del ruido sobre el nombramiento de Benedetti, que hasta ahora no se ha confirmado, lo que sí es cierto es que el funcionario estuvo este jueves en reunión con Petro a su regreso de Haití y deberá asistir en los próximos días a la Fiscalía para ser interrogado en la investigación sobre la campaña, en la que está indagado el gerente de Ecopetrol, Ricardo Roa. El político quería ser ministro del Interior y así se lo había hecho saber a Sarabia en los audios escandalosos que se conocieron entre ambos a la mitad del Gobierno.
Pero su nombre hasta ahora no había sido considerado para la cartera TIC, en donde no cuenta con experiencia previa. Por ahora, la pregunta incluso de gente cercana a Petro es por qué Benedetti ha tenido tantas oportunidades con los escándalos que pesan sobre su tiempo en el Gobierno. Otro de los hechos que pudo confirmar EL COLOMBIANO es que Benedetti está viviendo en Barranquilla y desde allí ejecuta las acciones que el presidente le delega, y no estaría en los planes por ahora regresar a Bogotá.
Además, esa era una cartera que el Partido de La U estaba esperando para representación en el gabinete y con eso asegurar las cuentas del Gobierno en el Congreso frente a las reformas, pero en el Partido dicen que el exembajador no los representa. De lo que no queda duda es de que Benedetti sigue jugando y ha sabido sobrevivir y moverse en un entorno de guerras internas y distracciones en el que él mismo puso a su exasesora, que terminó convirtiéndose en la mujer más poderosa de la administración.
Si se confirma su nombramiento en las TIC, o en cualquier otra cartera, mientras que el Gobierno alista la campaña para el 2026, sería interesante ver frente a frente a quienes pasaron de ser amigos a enemigos como ministros en un mismo consejo junto al presidente. Hay quienes dicen que el Gobierno Petro ha demostrado que todo puede pasar y así se espera la noticia de su confirmación.