Una reciente decisión generó tensión entre el Gobierno Nacional y la administración distrital de Bogotá. El Ministerio de Hacienda y Crédito Público emitió un decreto que pospone la asignación de 12 billones de pesos para el Presupuesto General de la Nación de 2025, afectando directamente la financiación de proyectos estratégicos para Bogotá, entre ellos, la construcción de la primera línea del Metro de Bogotá, una obra considerada vital para el desarrollo de la capital teniendo en cuenta sus problemas de movilidad.
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El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, no tardó en reaccionar en sus redes sociales y a través de un video expresó su desacuerdo con la medida, calificándola como un incumplimiento a los acuerdos previamente establecidos. Galán aseguró que la decisión no fue consultada con el Distrito y advirtió que su administración no permitirá que el proyecto se vea frenado por este revés financiero.
“El progreso de Bogotá no lo detiene nadie”, declaró el alcalde en un tono firme. “Es importante reiterar que los aportes de la Nación a la ciudad no son un favor, responden a contratos firmados y aplazarlos es una forma de incumplimiento”, añadió. Galán subrayó que el Gobierno debe cumplir los acuerdos formalizados en contratos de cofinanciación.
“El metro lleva más del 46 % de avance. No está atrasado y hasta ahora Bogotá ha propuesto tres veces más recursos que la Nación. Como alcalde quiero darle la tranquilidad a la ciudad de que el proyecto no se detenga”, expresó Galán. El alcalde también aseguró que el distrito de Bogotá asumirá los costos hasta el año 2026 para que el proyecto continúe sin problemas.
“Vamos a analizar todas las acciones legales que tenemos a disposición para que el Gobierno Nacional cumpla con los compromisos que tiene con Bogotá. El proyecto metro le está devolviendo la esperanza a nuestra ciudad, la gente está viendo el avance ne las calles todos los días. Por ningún motivo vamos a permitir que nada ni nadie frustre esa esperanza. Bogotá va a tener metro”, finalizó el alcalde.
El metro de Bogotá, una obra largamente esperada por los habitantes de la capital, ha sido promocionado como un eje transformador para la movilidad y el desarrollo urbano. Sin embargo, el aplazamiento de los recursos nacionales podría generar retrasos significativos en su ejecución, lo que encendió las alarmas de Galán.
Mientras el Gobierno Nacional justifica la medida como parte de un ajuste presupuestal necesario para enfrentar desafíos fiscales, la administración de Galán insiste en que el metro es una prioridad que no puede ser postergada. Este enfrentamiento entre el Ejecutivo y el Distrito evidencia las tensiones políticas y administrativas que rodean la financiación de proyectos de gran envergadura en el país.
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Por ahora, el alcalde Galán dejó claro que su administración buscará alternativas para mantener el proyecto en marcha, aunque no descarta recurrir a instancias legales si es necesario para garantizar el cumplimiento de los acuerdos. Mientras tanto, los bogotanos esperan que la primera línea del metro, prometida desde hace décadas, no se convierta en otra obra postergada por disputas políticas y financieras.