El quiebre público del presidente Gustavo Petro con la vicepresidenta Francia Márquez, así como las fuertes diferencias con sus exfuncionarios y ministros, muestra el inicio de lo que sería la atomización de la izquierda de cara a las elecciones legislativas y presidenciales de 2026.SEMANA conoció que el petrismo puro teme que un grupo de progresistas se congregue y se desmarque de Petro en los próximos meses. Por esa razón, el presidente ha dicho recientemente que existen “agendas paralelas” en su gabinete, así como posibles candidaturas, de las que prefiere tomar distancia de manera inmediata.
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