La Secretaría de Movilidad está afinando los últimos detalles de un plan piloto que volverá de un solo sentido varias vías de los barrios más congestionados de Medellín.
Aunque el proyecto todavía no está listo, ya que según esa dependencia todavía está en etapa de estudio y estructuración, la idea ha generado reacciones encontradas entre expertos de movilidad en la ciudad.
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Mientras unos señalan que la idea puede convertirse en una medida viable para hacer más eficiente la circulación de los vehículos en muchas zonas difíciles, otros alertan que también podría convertirse en una puerta para que se agraven otras problemáticas como el mal parqueo y mala cultura ciudadana.
Aunque la idea no es nueva y hace varios años se ha implementado parcialmente en otros barrios, la iniciativa renació con fuerza en meses recientes, luego de que el secretario de Movilidad, Mateo González Benítez, anticipara públicamente que dichos cambios se están alistando.
“Desde la Secretaría de Movilidad, de acuerdo con las evaluaciones técnicas, los estudios de viabilidad y de circulación vehicular en la ciudad de Medellín, se ha elaborado un plan piloto para implementar, en varias comunas de la ciudad que pronto van a verlo, el cambio de sentidos viales, señalizados, informados y socializados con las comunidades”, escribió esa dependencia en respuesta a un requerimiento de prensa de este diario.
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“La iniciativa nace de las necesidades que ha expresado la comunidad en varios puntos de la ciudad, afectados por fenómenos de mal parqueo y problemas de circulación en las vías, obstaculización de vías para el transporte público y de servicios públicos, además de bloqueo en la entrada y salida de vehículos en garajes y parqueaderos privados”, agregó Movilidad, advirtiendo que, pese a que los cambios se implementarán este mismo año, el listado de las vías del plan piloto no será presentado hasta que no se concluya esa etapa de formulación.
No obstante, González señaló que la mayor parte de esos cambios viales se están pensando para ser implementados en vías de barrios.
Aunque en el Valle de Aburrá este tipo de modificaciones de sentido han solido ser más frecuentes en municipios como Envigado, esta no es la primera vez que el tema se discute en Medellín.
Uno de los barrios en años recientes recordados por ello es Mallorca, ubicado en inmediaciones del aeropuerto Olaya Herrera, en el que por muchos años el Municipio organizó varias de sus calles en un solo sentido, luego de que un estudio arrojara que era la medida más expedita para mejorar la movilidad.
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No obstante, en enero de 2015, la Secretaría de Movilidad de Medellín decidió echar para atrás esa decisión, señalando que una actualización en dichos estudios mostraba que por cuenta del crecimiento del parque automotor esas mismas vías ya habían comenzado a subutilizarse, razón por la cual era necesario volverlas otra vez bidireccionales.
En aquel entonces, los corredores cobijados por esos cambios de sentido fueron la calles 1 sur, 1A, 1AA, 2, 3 y 4, y las carreras 65A, 65B, la 66 (entre las calles 1A y 1C) y carrera 67 (entre las calles 2 y 2 sur).
Con la vista puesta en esos antecedentes, expertos en movilidad como el profesor Iván Sarmiento Ordosgoitia, director del Grupo de Investigación en Transporte y Vías de la Universidad Nacional en Medellín, explica que estos cambios de sentido nunca han dejado de sonar en los últimos años y se entienden principalmente como una solución dentro de las vías colectoras de los barrios; es decir, aquellas que si bien no son una vía arteria de ciudad, si son dentro de cada barrio claves para la circulación del transporte público.
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“La medida tiene principalmente el fin de ganar capacidad, porque las vías son muy estrechas, entonces si se ponen los dos sentidos, si hay un vehículo mal estacionado, se dificulta la circulación”, señala el académico, para quien el problema de fondo a esta situación siempre ha sido el mal parqueo.
Sarmiento advierte que como parte de los académicos que constantemente evalúan la movilidad, desde hace muchos años ha hecho parte de las voces que le han propuesto al gobierno local medidas como la de solo permitir el parqueo de vehículos en un solo costado de las vías de un ancho menor a 7 metros, ideas que por cultura ciudadana no han sido viables.
Bajo esa óptica, explica el profesor, es que aparecen pilotos como este, que, no obstante, sólo pueden cobijar vías que no sean la única alternativa de ingreso a los barrios, en donde no queda otra alternativa que hacer operativos de control al parqueo.
Para el docente, barrios como Belén Rincón, Belén Las Playas y Belén San Bernardo podrían ser susceptibles de verse beneficiados con dicha unidireccionalidad.
Desde otra orilla, el ingeniero Mario Santiago Hernández Arango, profesor del programa de Ingeniería Civil de la Universidad de Medellín y experto en diseño de vías, considera que la idea debería tomarse con pinzas, ya que en vez de mejorar la movilidad, bien podría ahondar el problema en los barrios.
“El problema de movilidad en Medellín no es que las vías sean bidireccionales, sino su utilización inadecuada, sobre todo por el parqueo vehicular sin control”, apunta el docente, señalando que también en zonas comerciales como Ciudad del Río dicha obstrucción puede presentarse por comerciantes que se toman las vías.
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A su juicio, más allá de la amplitud de las vías, el problema es la falta de controles.
Si bien el profesor señala que poner una vía unidireccional podría permitir evitar los conflictos de las vías bidireccionales, a largo plazo podría generar que muchos ciudadanos ya tomen por costumbre seguir empleando la mayor parte del espacio vial para parquear.
“Las vías unidireccionales funcionan cuando se dispone de una malla vial mucho más organizada de la que tenemos en Medellín, cuando las distancias entre cuadra a cuadra realmente sí se generan en 50 o 60 metros. Pero aquí tenemos barrios en donde las vías de acceso son una o dos y para llegar a la siguiente cuadra, o hacer retornos o hacer las famosas orejas manzana, habría que generar unos recorridos muy largos”, advierte el profesor, considerando que la medida podría quedarse en algo paliativo.
Aunque la Secretaría de Movilidad se abstuvo de referirse a plazos, señaló que en cuestión de meses el plan piloto se presentará a la opinión pública y será este el que arroje los insumos para saber si dichos cambios viales pueden implementarse más ampliamente en la ciudad.