La Presidencia de la República publicó en su página web oficial la hoja de vida de Armando Benedetti para ser ministro del Interior. Es el paso previo al nombramiento de un cargo público. En este caso solo resta que el presidente Gustavo Petro firme el nombramiento que podría ser en una ceremonia en la Casa de Nariño.
El rumor creció el domingo a raíz de una revelación de la W Radio que confirmaba que Benedetti llegaría a ocupar ese cargo. EL COLOMBIANO le preguntó a personas de su círculo, quienes confirmaron la información y aseguraron que igualmente el jefe de despacho presidencial seguía cumpliendo su agenda que incluye la reunión con varios congresistas para recomponer la relación entre el Ejecutivo y Legislativo.
De hecho, esta semana se reuniría con 60 senadores de diferentes colectividades con miras a profundizar los acercamientos para asegurar el trámite de las reformas del Gobierno de Gustavo Petro en el Parlamento.
Recién la semana pasada, Benedetti lideró una reunión con al menos 40 congresistas para impulsar las distintas reformas del Gobierno. El encuentro contó con la participación de representantes a la Cámara de los partidos Liberal, Conservador y La U.
Posteriormente, al final de la semana, el jefe de despacho –de la mano de la directora del Dapre (Departamento Administrativo de la Presidencia), Angie Rodríguez– sostuvo encuentros con los representantes de las curules de paz y con una treintena de congresistas del Pacto Histórico.
Benedetti tiene la misión de recomponer las relaciones con los partidos en el Legislativo y avanzar en la agenda de proyectos de acá a que termine el mandato en agosto de 2026. Ese número es clave porque otra de las misiones del exsenador es fijar la estrategia política para las elecciones que vienen, esto incluye las legislativas y presidenciales.
“Es el nuevo computador de Palacio y por eso está negociando los puestos del gabinete para los partidos”, le dijo a este diario bajo reserva un funcionario de Presidencia.
A principios de este mes, sin embargo, su presencia incomodó a una parte del gabinete y generó un remezón del que el Gobierno aún no se repone del todo.Podría decirse que su aterrizaje reciente al gabinete fue el “Benedetti que derramó el vaso”, pues a raíz de la transmisión inédita de un Consejo de Ministros a principios de este mes, un grupo numeroso de petristas “pura sangre” le expresó su molestia al jefe de Estado por la presencia en el gabinete del excongresista y de Laura Sarabia, quien fuera su asesora legislativa. Hoy ella, que es la canciller más joven de la historia de Colombia y él, la nueva mano derecha del presidente Petro, no se toleran. Pero ambos son protagonistas irrefutables (quién lo creyera) de la historia del mandato de un personaje proveniente de la izquierda, exmilitante de una guerrilla y cuya victoria electoral impulsó un estallido social.