El movimiento islamista palestino Hamás restituyó los cadáveres de cuatro rehenes tomados en su ataque contra el sur de Israel del 7 de octubre de 2023 que desencadenó la guerra en Gaza.
Esta entrega realizada este jueves de madrugada, a cambio de más de 600 presos palestinos, culmina los intercambios de rehenes y prisioneros previstos en la primera fase de la tregua en la Franja.
La oficina de Benjamin Netanyahu había señalado poco antes del intercambio que la entrega de los cadáveres se haría “conforme a las exigencias israelíes”, es decir, “sin ceremonias de Hamás”.
La identidad de los cuatro rehenes fue confirmada el jueves por sus allegados y por el Foro de las Familias de Rehenes. El gobierno israelí aseguró que los tres primeros de la lista fueron “asesinados durante su cautiverio en Gaza”.
El franco-israelí Ohad Yahalomi, de 49 años, fue secuestrado en su casa en el kibutz Nir Oz. Su hijo Eitan, de 12 años, fue raptado separadamente, pero liberado el 27 de noviembre de 2023 en la primera tregua.
Según el relato de su mujer, Bat-Sheva Yahalomi, toda la familia intentó esconderse en la cámara segura de su casa. Pero la puerta no cerraba y Ohad Yahalomi se colocó enfrente con una pistola. Resultó herido en un intercambio de disparos y raptado.
Secuestrados separadamente, Bat-Sheva y sus tres hijos intentaron escapar de sus captores, pero solo la madre y las dos hermanas de Eitan lo consiguieron.
Un grupo aliado de Hamás había anunciado en enero de 2024 la muerte de Ohad Yahalomi, pero la información nunca fue confirmada por el ejército israelí. Se lo presumía con vida hasta el miércoles.
Tsachi Idan de 49 años fue llevado a Gaza con las manos manchadas de sangre de su hija Maayan, de 18 años, asesinada frente a sus ojos.
La mañana del 7 de octubre, este ingeniero que vivía en la comunidad agrícola de Nahal Oz se refugió con su esposa Gali Idan y tres de sus hijos en su cámara segura.
Intentó proteger con su cuerpo a su hija mayor, Maayan, que acababa de celebrar su cumpleaños. Pero las balas de los atacantes cruzaron la puerta y la mataron. El ataque fue retransmitido en directo por Hamás en Facebook.
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Cuando su hija murió, Tsachi Idan dejó que se abriera la puerta. Los asaltantes lo secuestraron y dijeron a su familia: “volverá, volverá...”.
Como en el caso de Yahalomi, las autoridades consideraban hasta el miércoles que Idan seguía con vida.
El israelo-danés Itzik Elgarat, de 68 años, fue herido en la mano durante el ataque al kibutz Nir Oz antes de su secuestro, explicó a medios daneses su hermano Daniel Elgarat, la última persona que estuvo en contacto con él.
Cuando la conexión se cortó, Daniel intentó encontrar a su hermano con la geolocalización de su teléfono y se dio cuenta que el aparato había cruzado la frontera de Gaza.
También hasta el miércoles se consideraba que el rehén seguía vivo.
Nacido en Irak, Shlomo Mansour de 85 años, fue secuestrado el 7 de octubre de 2023. Su mujer Mazal, con quien vivía desde hacía 60 años, se negó a huir ante el ataque.
Israel anunció en febrero que Mansour murió en el mismo día del ataque y que su cadáver fue llevado a la Franja de Gaza.
La primera fase de este alto el fuego, que contempla tres fases, termina el sábado y todavía no se han negociado los términos de la segunda etapa, en la que debe ponerse fin a la guerra y completar la liberación de la sesentena de rehenes que seguirán en Gaza.
“No hay otra opción que iniciar las negociaciones para la segunda fase”, señaló Hamás en un comunicado, considerando que Israel no puede poner “falsas excusas” para frenar el proceso.
En este periodo inicial de seis semanas, un total de 25 rehenes y ocho cadáveres regresaron a Israel. A cambio, el Estado hebreo sacó a unos 1.900 presos palestinos de sus cárceles.
El frágil pacto ha estado al borde del colapso varias veces porque ambos bandos se acusan mutuamente de violarlo. La tercera y última fase de la tregua debería enfocarse a la reconstrucción de la devastada Franja de Gaza.
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