Este miércoles se desató un duro rifirrafe entre el senador de oposición Miguel Uribe, del Centro Democrático, y congresistas de la bancada del Pacto Histórico. El encontrón fue de tal calibre que el presidente de la Corporación, Efraín Cepeda, no tuvo de otra que levantar la sesión plenaria.
La génesis de la discusión fue la presencia de un fotógrafo en el salón de apoyo de la plenaria del Senado que, según los congresistas oficialistas, no se había identificado y supuestamente los estaba grabando de manera irregular, puntualmente al senador Wilson Arias.
Ante los airados reclamos de los senadores petristas, Uribe acudió en defensa del fotógrafo y señaló que hacía parte de su Unidad de Trabajo Legislativo (UTL). “Ustedes son los que toman las armas”, indicó Uribe, quien se enfrascó en una aireada discusión con senadores como Gloria Flórez.
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“Como todos los días, durante todas las sesiones, un camarógrafo autorizado debidamente por la Policía, la Dirección Administrativa y la mesa directiva me acompañaba en la plenaria. Grabó las diferentes miradas y partes, y como muchos lo han hecho grabó lo que estaba sucediendo. Es una discusión pública en un recinto público”, sostuvo Uribe.
Por su parte, Arias explicó que fue informado por sus compañeros “que estaba siendo grabado irregularmente en las labores propias del Congreso de la República por motivo de las controversias que normalmente tenemos en desarrollo de las plenarias, pero en esta oportunidad hemos establecido que, en nuestra opinión, irregularmente estábamos siendo grabados directamente e inexplicablemente. No es la primera vez”.
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La pelea en el salón de apoyo se trasladó a la plenaria. “Sorprende que vengan a reclamar respeto cuando salieron allá, con su autoridad de senadores, a pisotear a un par de jóvenes. ¡Ah! Ahí sí reclaman respeto y salen a gritar, a ofender y a maltratarnos. No sean sinvergüenzas e hipócritas. Yo salí a defenderlos”, dijo Uribe, quien incluso tuvo que ser corregido por el presidente del Senado: “Ojo con el lenguaje”, declaró Cepeda.
Ante la andanada del senador opositor, la propia senadora Flórez se acercó hasta su atril, mientras el congresista insistía en que había maltratado a su equipo “con talante mafioso (...) no sea hipócrita, no sea hipócrita”, insistía Uribe. “Son los que han empuñado las armas, son los que han hecho alianzas con las Farc”, agregó.
El presidente de la Corporación se vio obligado a leer los artículos relacionados con el llamamiento al orden y las sanciones. Sin embargo, a la salida Uribe indicó que “el joven fue intimidado, agredido y amenazado por dos senadores del Pacto Histórico, quienes cuestionaron su presencia”.
Por su parte, Flórez anunció que tomarán acciones legales y que el recinto del Senado “no puede seguir siendo un ambiente hostil para ejercer nuestra labor como congresistas”.
“No vamos a admitir las injurias, las calumnias, las faltas de respeto y el hostigamiento de Miguel Uribe. No toleraremos la violencia política sistemática contra las mujeres ni contra la bancada del Pacto Histórico”, precisó.