En la tarde del pasado 5 de febrero un altercado se presentó en el occidente de Medellín, reflejando una situación que vendría en aumento en la ciudad.
Ese miércoles, cerca de la 1:00 p.m., un hombre –acompañado de un niño– tuvo un altercado con un habitante de calle que se encontraba dormitando en la acera de lo que parece ser una panadería.
Rápidamente, el asunto pasó de los manoteos a los gritos y luego a las acciones. El hombre, en un momento de la discusión, agarró a patadas al habitante de calle, dándole varias en la cabeza.
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Posteriormente, tomó una de las sillas metálicas y con ella comenzó a golpear también al habitante de calle que parecía ser un adulto mayor. Luego el habitante de calle señala al niño y le dice algo, que hace que el hombre enfurezca de nuevo y proceda a patearlo hasta enviarlo de nuevo al suelo.
Ante las súplicas del habitante de calle para que se detuviera la paliza, el hombre le lanza una última patada y se va con el pequeño.
Esta es una de las últimas agresiones que al parecer se vienen dando y que involucran palizas a habitantes de calle, situación que según temen las autoridades viene en aumento.
Según le informó a EL COLOMBIANO la Secretaría de Inclusión Social, en los cómputos que hay dentro de las dependencias de la administración, en 2025 ya han sido registrados los ataques contra siete habitantes de calle.
“La situación con las agresiones a habitantes de calle es particular y difícil de caracterizar, ya que ellos no siempre hacen la denuncia ante la Fiscalía, lo que dificulta tener un registro exacto. Hay casos que suceden y ni siquiera llegan a nosotros, ni a Policía”, comentaron desde la Secretaría.
La situación se vendría presentando sobre todo en la comuna 10 de La Candelaria, que es una de las que concentraría la mayor cantidad de esta población vulnerable.
A las denuncias de maltrato contra habitantes de calle, se suman las que han sufrido también varios de los recicladores de la ciudad por parte de algunos miembros de la Subsecretaría de Espacio Público; según denunciaron varias de las cooperativas que los agremian.
De acuerdo a la información difundida, tan solo en enero fueron violentados cerca de 15 recuperadores en distintas zonas de la capital antioqueña como El Poblado, Belén, Laureles y el sector de La Macarena.
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Según las quejas, al parecer varios miembros de Espacio Público y de la Policía no solo decomisaban injustamente el material de reciclaje que los recuperadores recolectaban durante arduas jornadas, sino que también los golpeaban y les quitaban las carretas y hasta las tulas con las que obtienen su sustento.
La situación preocupa a las autoridades pues, si bien algunos habitantes de calle son agresivos y violentos, la mayoría son una población vulnerable que –a raíz de sus problemáticas– están desamparadas incluso ante abusos y atropellos como los que estarían sufriendo.