En momentos en los que la reforma a la salud sigue estancada en el Congreso de la República, ayer en Casa de Nariño hubo un cónclave para buscar salidas y fórmulas que permitan darle trámite al proyecto. En medio del encuentro, que contó con la participación de congresistas de diferentes colectividades, sorprendió la intempestiva participación del propio presidente Gustavo Petro.
La reunión fue convocada por el designado ministro del Interior, Armando Benedetti, en compañía de Angie Rodríguez, directora del Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre), quienes, previo a la plenaria de la Cámara de este miércoles, convocaron a varios representantes para tratar de darle un nuevo aire al proyecto.
No es para menos. La iniciativa sigue sin ser agendada en la Cámara por cuenta de la negativa de dos de los tres integrantes de la mesa directiva de la Corporación: el primer vicepresidente, Jorge Rodrigo Tovar (curules de paz), y la segunda vicepresidenta, Lina María Garrido (Cambio Radical).
Lo anterior, pese a los esfuerzos del presidente Jaime Raúl Salamanca –de los verdes, pero con tendencia petrista–, dado que para que se apruebe el orden del día se debe contar con dos de las tres firmas de los miembros de la mesa directiva.
“Cualquier orden del día en el que incluyan la reforma a la salud no cuenta con mi firma. ¿Por qué? porque Guillermo Jaramillo (ministro de Salud) no ha cumplido los autos de la Corte Constitucional que le ordenan reajustar el valor de la Unidad de Pago por Capitación (UPC) para los años 2024 y 2025”, explicó recientemente a EL COLOMBIANO Garrido.
Ante las dificultades, Benedetti y Rodríguez citaron no solo a miembros de la bancada del Pacto Histórico, sino a aliados de partidos como el Liberal, Conservador, La U, la Alianza Verde o las curules de paz. Sin embargo, intempestivamente al encuentro arribó el propio presidente Petro, quien –según fuentes consultadas por este diario–, hizo varios reclamos por la parálisis y le llamó la atención a más de un congresista.
En el encuentro participó también el representante Tovar y sobre él estuvieron puestas todas las miradas, pues su voto favorable en la mesa directiva es determinante para destrabar el proyecto. El congresista reconoció que sí asistió a la reunión en Palacio, pero declaró que su permanencia no fue de más de 20 minutos y allí ratificó que se deben cumplir las órdenes de la Corte.
“Mi permanencia en la reunión no duró más de 20 minutos (lo que molestó a algunos), llegué, pedí la palabra, solicité al Gobierno que cumpliera con las órdenes de la honorable Corte Constitucional, reiteré que el agendamiento de la reforma solo se discutiría con la mesa directiva y las bancadas, no con el Gobierno, y abandoné inmediatamente la reunión. Me cuentan que después llegó el presidente a la reunión”, explicó el congresista.
Durante el encuentro, los congresistas le pidieron al jefe de Estado no solo optimizar los canales de comunicación para tener un diálogo mucho más fluido con él, sino que garantice la representación política de algunos partidos en el gabinete con miras a sumar aliados en las colectividades. En respuesta, Petro le tiró la batuta al ministro Benedetti, ratificando que la comunicación será a través de él.
Por ahora, hay expectativa frente a lo que vaya a ocurrir el próximo lunes, cuando habrá otra reunión de la mesa directiva y el agendamiento de la reforma estará sobre la mesa. “Espero nos podamos reunir la mesa directiva (quien es la responsable del agendamiento) a tomar decisiones frente el tema”, precisó Tovar.