SEMANA: ¿Cómo está el sector de la gastronomía?JAIME LÓPEZ: Sin duda alguna, es un sector que viene en crecimiento y esto se da porque somos una de las primeras opciones para emprender que toma la gente que se está quedando sin trabajo, pero que tiene motivaciones para encontrar un sustento por medio de montar un restaurante. Pero eso tiene muchos inconvenientes porque comienza esa economía informal y está empezando a afectar a los restaurantes formales, que son los que nosotros representamos a través de Acodrés. SEMANA: ¿Cuántos afiliados tienen?J.L.: Más de 1.500 a nivel nacional, que son unos 10.000 puntos de venta y que generan más de 50.000 empleos. SEMANA: Justamente por el empleo, ustedes están preocupados por la reforma laboral. ¿Por qué?J.L.: Sí, el sector de los restaurantes viene muy golpeado. Y con el tema de la reforma laboral se ha venido alzando la voz en diferentes ámbitos porque uno de los puntos graves es el de los recargos nocturnos que quieren aplicar después de las siete de la noche. En establecimientos comerciales, sobre todo, los bares y restaurantes, el ejercicio natural funciona en las noches. Entonces ya venimos con una reducción en la jornada laboral, con incremento salarial, recargos nocturnos y eso lleva a unas nóminas muy altas. Y todos esos incrementos se traducen en aumentos de precios para el consumidor, y el cliente termina buscando lugares donde la economía le funcione, es decir, a las economías informales que no pagan impuestos. El Gobierno no podrá financiarse jamás si no logra que el comercio se vuelva formal. SEMANA: La reforma laboral generaría el efecto contrario al esperado…J.L.: Claro, los empresarios van a tener que empezar a ajustar sus nóminas, inclusive no van a encontrar sentido en ser formales. Nosotros fomentamos la formalidad, el pago de impuestos, la contratación formal; ese es el camino. Debe haber reformas, pero deben ser conscientes, enfocadas y se debe atacar cada uno de los segmentos o cada una de las líneas de comercio de una manera diferente para evitar la informalidad. Ese es el llamado que nosotros le hacemos al Gobierno: que nos sentemos en mesas de diálogo para encontrar un camino que sea equilibrado y que genere beneficios para el Estado, los empresarios y los empleados.SEMANA: ¿No los han buscado para hablar sobre la reforma laboral?J.L.: Yo estoy representando a Acodrés desde septiembre del año pasado y no he tenido ninguna conversación. He ido al Senado para contarles a los congresistas lo que pasa con nosotros, pero nada formal. Hay muchos empresarios que están pensando en cerrar su empresa por el trámite de la reforma laboral. SEMANA: ¿Ven difícil que con el Gobierno Petro haya alguna solución?J.L.: Nosotros tenemos mucha esperanza en que se puedan generar esos espacios de diálogo, no solamente con el gremio de los restaurantes. Creo que somos muchos gremios los que necesitamos espacios de diálogo en donde se nos escuche, porque cada vez nos encontramos con más trabas. Nosotros trabajamos con el Gobierno que haya, esa es nuestra razón de ser. Necesitamos seguir trabajando porque hacemos país, queremos seguir construyendo país y esperamos que esto pueda cambiar un poco. SEMANA: Las cifras, por ejemplo, de transacciones con tarjetas en los restaurantes son muy altas. ¿Qué reporte tiene?J.L.: Se ha logrado determinar que las transacciones que se realizan a través de datáfonos suman más de 6 billones de pesos al año. El sector de los restaurantes es un alto generador de recursos y es clave para fomentar el turismo. Entonces, no se entiende por qué quieren afectar un sector que genera empleos, que paga impuestos y que mueve la economía. Ahora, los precios no los podemos aumentar a toda hora porque nos quedamos sin clientes. La gente también busca ahorrar en estos momentos.
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