La canciller, Laura Sarabia, invitó a un desayuno el pasado jueves en el Palacio de San Carlos, en Bogotá, sede de la Cancillería, a todos los representantes de la Comisión Segunda de la Cámara, que se encarga de tramitar los temas referentes a las relaciones internacionales del país. Sin embargo, lo que más llamó la atención es que de 19 congresistas de esa corporación solo asistieron seis: cuatro del Pacto Histórico y dos del Partido Liberal, es decir, los cercanos al Gobierno. Se trata de un mensaje contundente en contra de la canciller y un desplante de la comisión, en donde deberá sacar adelante las reformas que necesite su cartera.
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