Las redadas contra los migrantes en Estados Unidos, impulsadas por el presidente Donald Trump, han generado un clima de temor en las escuelas. Inclusive algunos de los estudiantes tienen temor a asistir a los centros educativos.
Según reportes de la prensa estadounidense y de la Federación Americana de Maestros (AFT por sus siglas en inglés), las familias están “elaborando planes de emergencia ante el riesgo de deportación” y algunos niños “tienen miedo de que los atrapen en una redada en la escuela”.
Los efectos psicológicos del miedo a la deportación ya se reflejan en el comportamiento de los estudiantes, con un aumento en la depresión y la ansiedad dentro de las aulas, informó la AFT, sindicato de profesionales de la educación pública en el territorio norteamericano.
Y es que antes de la administración Trump, en Estados Unidos no se permitían las detenciones de personas en escuelas, hospitales y lugares de culto, a manos de los agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) pues eran considerados “lugares sensibles” y protegidos de operativos migratorios.
Sin embargo, el nuevo mandato del Departamento de Seguridad Nacional ordenó a estos establecimientos permitir el ingreso de agentes federales, como parte de la promesa de Trump de realizar la mayor ola de deportaciones de la historia del país.
“Estas acciones son traumáticas para todos los niños, especialmente para los más pequeños, y les dejarán con miedo y preocupación sobre si serán los próximos en ser capturados”, dijo la presidenta de la AFT, Randi Weingarten, en un comunicado de la entidad.
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Tomas Lobato, líder del sindicato de maestros en Chicago, advirtió sobre el impacto emocional que estas redadas están teniendo en los estudiantes. Aseguró que los niños “deberían poder aprender sin tener que preocuparse de que se lleven a sus padres. Los educadores también deberían poder enseñar sin preocuparse de que sus familias se separen”.
Ante esta situación, la AFT envió una carta a Trump exigiendo la revocación del mandato que permite la entrada de ICE en escuelas, hospitales y templos. Además, lanzó la petición “We Protect Our Children – All Our Children” (Protegemos a nuestros niños, a todos nuestros niños), en busca de que el Congreso apruebe una legislación que vuelva a designar estos espacios como zonas protegidas de operativos migratorios.
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El presidente dijo el pasado martes 4 de marzo que recortará la financiación a las escuelas que permitan “protestas ilegales”, su última amenaza para cesar el flujo de fondos federales al sistema educativo del país.
El republicano amenazó anteriormente con recortar los fondos gubernamentales a las universidades y centros educativos de Estados Unidos por sus enseñanzas sobre género y raza, si permiten que los atletas transgénero compitan en equipos deportivos femeninos o si insisten en la obligatoriedad de la vacuna contra el covid-19.
“Los agitadores serán encarcelados o enviados de vuelta de forma permanente al país del que proceden. Los estudiantes estadounidenses serán expulsados de forma permanente o, dependiendo del delito, arrestados. ¡SIN MASCARAS!”, escribió en su plataforma Truth Social.
Trump ha amenazado repetidamente con poner remecer el sistema educativo de Estados Unidos, incluso desfinanciando a todo el Departamento de Educación y devolviendo el control sobre los planes de estudios a cada estado.
Con información de AFP*