Habla uno de los abogados del mandatario de Estados Unidos: “Petro debe reevaluar su posición con el presidente Trump”

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SEMANA: Usted ha sido abogado del presidente de Estados Unidos y ahora es uno de sus asesores. ¿Cuál es su historia?Félix Lasarte: Nací en 1970 en Miami. Mis padres son de origen cubano. Ellos vinieron en 1962 a causa de la revolución castrista. He estado aquí toda mi vida. Mis padres, como inmigrantes, siempre nos daban el consejo de ser unos profesionales. A mí me gustó mucho la abogacía y me encantó la rama de ciencias políticas, y cuando la descubrí, gracias a Dios, me dio el camino para el resto de mi vida. Estoy orgulloso de ser de Miami y, de verdad, de estar participando aquí en el proceso político en Estados Unidos.SEMANA: ¿Cómo conoció al presidente Donald Trump?F.L.: Él terminó en la Casa Blanca en enero 20 de 2021, y yo lo conocí en marzo de ese mismo año, un poco después de haber salido de la Casa Blanca. Lo conocí y empezamos a trabajar juntos en el proyecto que él tenía en Doral y ahí comenzó la relación.SEMANA: ¿Quién los presentó?F.L.: El hijo de él, Eric Trump. Me llamó en enero de 2021 y me dijo que quería que yo hiciera un estudio de todo lo que estaba pasando en Doral y los diferentes proyectos que se podían desarrollar en la propiedad actual que ellos tienen. Le hice ese estudio y él me presentó al presidente en marzo de 2021.SEMANA: ¿Cómo fue este primer encuentro?F.L.: Fue una cosa surreal, algo que uno nunca se puede imaginar. Él es un hombre genuino, y conmigo, puedo decirlo así, ha sido un caballero y siempre ha sido muy respetuoso. Es una persona que siempre me ha brindado su amabilidad. Para mí es un gran honor.SEMANA: ¿Cuál ha sido precisamente su labor trabajando con él?F.L.: El trabajo mío fue asesorarlos en un proyecto grande que querían hacer en Doral, una zona muy exclusiva de Miami. Busqué los permisos para hacer ese edificio de lujo de condominios en el campo de golf, que tiene cuatro campos de golf de 18 hoyos. Finalmente, obtuvieron el permiso de hacer 1.500 unidades. Los he asesorado en el desarrollo del negocio.SEMANA: ¿Cada cuánto habla con el presidente Trump?F.L.: Desde que fue electo, he hablado con él un par de veces. Obviamente, él no puede trabajar en los asuntos de negocios, como presidente; el que está llevando eso es su hijo Eric, con quien hablo frecuentemente. Pero el presidente no puede ya estar trabajando en los negocios de la corporación.SEMANA: ¿Ha hablado con Trump de temas políticos?F.L.: Claro, he podido hablar con el presidente referente a muchas causas, en particular en Latinoamérica, de los problemas y de las soluciones que se deben implementar para mejorar la economía, y la relación entre los negocios en Latinoamérica y Estados Unidos.SEMANA: ¿Cuál es su opinión sobre los procesos que cursan contra Trump?F.L.: Él siguió con la meta de hacerse presidente y de proclamar su inocencia. Dijo que estos fueron casos políticos, que no eran casos reales, jurídicos, que estaban usando el sistema judicial para un proceso político. Él tiene una fortaleza mental y espiritual para poder seguir. Nunca lo vi con miedo. Nunca lo vi echarse para atrás. Él siempre dijo que era inocente, que esto fue una persecución política. Y eso fue lo que probó.SEMANA: ¿Cuál es su opinión sobre las radicales medidas migratorias de Trump?F.L.: Todas las personas que trabajaron en el proyecto, en Doral, los arquitectos, los ingenieros, los abogados de arriba y abajo, todos éramos hispanos. Esto que dicen de que Trump es un racista es una cosa completamente absurda, porque, obviamente, si fuera racista, no nos hubiera contratado, un grupo de hispanos, para representarlo en un asunto personal.Pienso que el presidente está cumpliendo con lo que le prometió al pueblo americano: tener un control sobre la política migratoria en Estados Unidos. Es una cosa que se descontroló en el momento en que Biden entró a la Casa Blanca, en 2021. Uno siente que muchas personas que vinieron quieren trabajar, y uno dice: “Bueno, ellos quieren una mejor vida”. Pero hay que usar las maneras legales para poder entrar a Estados Unidos y no abusar de un sistema que es permisivo.SEMANA: ¿Cuál es el consejo que le enviaría a Gustavo Petro sobre el manejo que les ha dado a las relaciones con Trump?F.L.: Creo que debe reevaluar la posición de él (Petro). Estados Unidos no depende de Colombia, Colombia sí depende de Estados Unidos, y lo digo muy respetuosamente. Ustedes venden café, venden fruta al pueblo, que es un pueblo consumidor enorme. Los turistas que van a Colombia son mayormente americanos, porque van a Medellín o a Cartagena. Muchos de los turistas salen de aquí. Creo que es mejor trabajar juntos que entrar en polémicas y discusiones.Al presidente le aconsejaría que tratara de trabajar juntos. El presidente de Colombia ganó democráticamente las elecciones, él es el líder de Colombia, y Estados Unidos tiene que respetar esa autonomía que existe en el país. Pero, cuando se llega a tratados con Estados Unidos o tratar de negociar con Estados Unidos, creo que es mejor entrarle al presidente a las buenas que a las malas.A las malas, no sé cómo Colombia u otros países de Latinoamérica van a ganar esa pelea. Creo que deben trabajar todos juntos, no debe ser una pelea, debe ser que, como vecinos, estemos trabajando juntos para mejorar las economías de ambos países. Si proceden de esa manera, será más productivo que entrar y criticar en redes sociales y ponerse con el antagonismo. Creo que es la palabra que estoy buscando.SEMANA: ¿Y cómo ve las negociaciones con Venezuela?F.L.: Trump envió al consejero especial a Venezuela, él no mandó a Marco Rubio. Estuvieron en Venezuela, y Venezuela soltó los seis rehenes que ellos tenían. En Venezuela existe mucha influencia china, rusa, de Cuba y de Irán. Todos los enemigos de Estados Unidos están en Venezuela, y me imagino que esos países le pusieron también presión a Maduro para que no trate de trabajar con Estados Unidos.SEMANA: ¿Trump estaría pensando en virar su visión hacia Latinoamérica y dejar a un lado a Europa?F.L.: Indiscutiblemente. Latinoamérica es un vecino de nosotros, no hay un mar entre nosotros. Necesitamos trabajar con Latinoamérica y lo que ha sucedido es que, por los últimos 80 años, Estados Unidos ha estado a cargo de la seguridad y defensa de Europa, un continente que tiene una economía tan grande como la de Estados Unidos. Pero nosotros los apoyamos. Mandamos soldados, tropas. Tenemos diferentes equipos militares que les vendemos. Le ponemos más dinero a la Otan que lo que ellos contribuyen.Hemos contribuido a la par o más que Europa en el proceso de Ucrania. Y lo que está pasando es que a Zelenski ya le dieron todo el dinero que iba a dar Estados Unidos. Entonces, él no va a conceder que a Estados Unidos le den los derechos para sacar los recursos minerales que existen en Ucrania. Ya le dieron el dinero y saben que se va a acabar la fiesta.SEMANA: ¿Cuál es su opinión sobre la imposición de aranceles a México, Canadá y otros países?F.L.: Es una cosa que el presidente ha tomado como un punto para poder negociar con Canadá y México, nuestros vecinos, en muchos de los temas que afectan a Estados Unidos. En eso no me queda duda de que hay enemigos en México, como China, que ha establecido empresas diciendo que son factorías mexicanas para poder entrar exportaciones de México a Estados Unidos sin ningún tipo de tarifa.Ahora, Estados Unidos da mucha ayuda extranjera a todos estos países; esa es la próxima cosa que vamos a tener que mirar. Colombia es el país que recibe más ayuda económica en toda Latinoamérica. Más de 700 millones de dólares de Estados Unidos van para ayuda a Colombia. Y, si estamos dando dinero y si no quiere trabajar con nosotros, ¿entonces por qué estamos dando ese dinero? Esto no va a parar con los aranceles. Si no trabajan con Estados Unidos, se va a acabar la bondad que tiene Estados Unidos. Y vamos a hacer una línea, ¿quiénes están con nosotros y quién está en contra de nosotros?

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