Fanny Lu, autora de grandes éxitos como No te pido flores, regresa en 2025 a la escena musical con el lanzamiento de su nuevo sencillo, La mujer que soy. Este es el primer adelanto de lo que será su próximo álbum por la celebración de los 20 años como cantante, en el que muestra una versión madura y renovada, con un sonido fiel a su esencia. SEMANA conversó con ella sobre su gran regreso. SEMANA: La mujer que soy es un abrebocas de lo que será su regreso después de 20 años. Háblenos de esa canción.Fanny Lu: La mujer que soy es la que se ha animado a hacer este álbum, la que cree en sí misma, la que se ama profundamente, la que sabe que es responsable de todo lo que le pase, de sus felicidades, sus alegrías y sus tristezas. Es responsable de cultivarse, de valorar todas esas cualidades especiales que Dios nos ha dado, de reconocer el miedo, pero saber que no nos asustamos de enfrentarlo, de bailar como si nadie nos estuviera viendo, de no arrepentirse de toda la cantidad de mensajes que trae la canción, fruto de un autorreconocimiento y un crecimiento de muchos años para llegar a la conclusión de que estoy lista otra vez. De entrar al estudio segura de lo que soy, segura de esos sonidos tan hermosos que nos conectaron con la gente, con la tranquilidad y naturalidad de quien quiere redescubrirse sin reglas. Es una invitación a todas las mujeres para que amen profundamente ese ser que ven en el espejo con arruguitas, con defectos y cualidades.SEMANA: ¿Cómo fue el reencuentro con Jose Gaviria para la realización de este nuevo álbum?F.L.: Para mí era la mejor manera de volver. Me acuerdo cuando hace 20 años le pedí a Jose que me acompañara en este camino después de haber hecho demos con él, después de haberle mostrado mi canción, mi voz con mucha ilusión, después de que él me dijera: “Sí, podemos hacer algo”. Por eso reencontrarme con él años después es tan especial y asumir el reto de diseñar esa persona artística, de dejarla florecer, de realmente encontrar mi música, la esencia de lo que yo quería mostrar, de mis letras, de los sonidos que quería incorporar. Cuando entramos en el estudio hace 20 años, yo no estaba ni siquiera en búsqueda de una carrera, yo estaba en búsqueda de un sueño. Entonces no había reglas, entramos al estudio con esas ganas de ser yo y con esa inocencia que te da el aprender juntos. Porque aprendí mucho con Jose y, asimismo, con todas mis influencias. Así fue ese gran cómplice que 20 años después sigue conmigo, que me conoce tanto como yo y que es tan dueño de Fanny Lu como yo misma. Por eso, Jose es tan esencial en mi vida.SEMANA: ¿Tuvo miedo de regresar a la música? F.L.: Siempre tuve claro que quería regresar como mejor me sintiera y como más segura me sintiera. Nunca me acostumbré a la industria de los sencillos, porque para mí hay que hacer varias canciones para completar ese proceso, para sentirse conforme con lo que se está haciendo, para redescubrirse, para encontrar los mensajes. Soy una romántica de los álbumes, romántica de los procesos. Regreso ahora convencida de que lo más bonito de esa decisión ha sido reencontrarme conmigo, entrar al estudio con la misma inocencia del primer álbum para reencontrarme, pero, además, redescubrirme y reinventarme. Entender dentro de mi corazón qué ha pasado y cómo ha evolucionado esa mujer, y compartiendo todas esas sensaciones de madurez, de aquella mujer que entiende la vida de otra manera, que tiene otra postura, que asume los errores y los aciertos, y que recuerda sus errores con gracia y con agradecimiento.SEMANA: ¿Qué errores no volvería a cometer?F.L.: Creo que no dudaría tanto de mí, no me cuestionaría tanto, ni me reprocharía tanto, no me escondería detrás de los miedos. Creo que el mayor error es no mirarse con amor, como aquel niño que te estira los brazos y quiere que lo alces y le des amor. Por eso me abrazaría mucho más, me reiría mucho más, estaría mucho más relajada.SEMANA: Usted es artista, pero también madre. ¿Qué opinan sus hijos de una madre tan exitosa?F.L.: Mi hija, Valentina, es una niña que desde chiquita me decía: “Es que no me cabe el amor que te tengo en mi corazón”. Mi hija es una niña que nunca se acostumbró a la ausencia de su mamá y que ha sacrificado mucho de su vida por el sacrificio de esta profesión. Siempre he dicho que este álbum también es la reconciliación de Fanny Lucía con Fanny Lu, porque finalmente van a poder convivir. No voy a mentir, fue muy difícil para mí irme de mi casa, en donde cada despedida era una lágrima de mi hija. Pero ahora nosotras nos reímos, porque esa niña ha crecido para admirar a su mamá, para aprender que se sueña en la vida, que hay sacrificios también en los logros de esos sueños, que ella tiene que luchar por sí misma. Creo que hemos crecido juntas. Es un privilegio que Dios me haya regalado esa hija. Mi hijo, Teo, es el ser más tierno, más divino, también más trabajador, más soñador. Amo a mis hijos, amo la mujer que soy porque amo la mamá que soy, porque amo esa relación que he construido con ellos, que viene también de la relación que he construido con mi mamá.SEMANA: Han pasado un poco más de tres años desde el trágico fallecimiento de Mauricio Leal, su amigo y confidente. ¿Cómo ha transitado ese duelo?F.L.: Tengo todo el amor por él en mi corazón, todo el agradecimiento, todos los mejores recuerdos. Conocí a Mao en mi primer año de carrera, cuando tuve la oportunidad de abrirle a Ricky Martin, de ir a la Feria Cali y de hacer una cantidad de cosas que para mí eran un gran reto. Desde que lo conocí fue amor a primera vista y, desde entonces, nos volvimos hermanitos. Eso fue hace 20 años. Viví todo el proceso de él, de mudarse a Bogotá, de buscar su primer local, de volverse peluquero de los famosos, de ser tan generoso. Para él yo era de sus prioridades; él estaba, hubiese o no presupuesto, donde yo estaba. Él siempre me quiso como una hermanita; mi carrera fue importantísima para él. Creo que tuvimos una amistad, una conexión y un amor muy honestos. Ha sido muy difícil reemplazarlo en mi corazón, en mi vida, en mi profesión. Ha sido difícil aceptar la pérdida, como también me tocó hacerlo con mi padre muchos años atrás, y ese temor de perder la gente que amas te invita a entender que esto es un paso, que allá arriba los volveremos a ver. Me hace mucha falta y siempre lo recordaré; es alguien que estará siempre en mi corazón. Trato de no pensar en la tragedia porque eso me afecta mucho. Hace poco soñé con él y en el sueño me pidió que no juzgara a su hermano y que le pusiera flores. Yo he tenido estos encuentros con él a través de sueños, muy bonitos y muy honestos, en los que me dice: “Yo estoy bien, baby, ya entendí lo que pasó”. Siempre lo tendré en mi corazón.
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