Carlos Alberto ‘el Pibe’ Valderrama sin duda es de esos jugadores que está en el corazón de los colombianos, dada la calidad con el balón y entrega en la cancha con la camiseta que luciera; entre esas, la 10 de la Selección Colombia.Sin embargo, hubo un episodio en la vida del Pibe que por poco acaba con su carrera futbolística y que lo llevó a la cárcel por más de un mes.Transcurría 1980, El Pibe tenía 19 años de edad y estaba a punto de dar el salto al fútbol profesional colombiano, más exactamente al Unión Magdalena, equipo donde jugó su padre Carlos ‘Jaricho’ Valderrama, entre otros familiares.Una época donde el Pibe, al igual que otros jóvenes de la época, acostumbraban a usar el corte de cabello afro; el mismo peinado que lo terminó diferenciando en toda cancha a donde iba a jugar. Sin embargo, un día de noviembre de 1980, El Pibe decidió ir a tomarse una gaseosa con sus amigos en una tienda de Pescaíto, barrio de la comuna 3 de Santa Marta, donde creció el crack.De acuerdo con una crónica de Sergio Álvarez, para la revista Soho, en momentos en que el Pibe se estaba tomando la gaseosa con sus amigos, al lugar arribó la Policía y les pidió a los entonces jóvenes sus documentos de identificación.Cuentan que por accidente al hoy exjugador colombiano se le cayó la cédula al piso y uno de los uniformados pensó que este lo había hecho de aposta. Por lo tanto, en el momento en que El Pibe se agachó a recoger el documento, cuentan que recibió una patada.Molesto, y teniendo en cuenta su fuerte temperamento, el Pibe no se quedó con los brazos cruzados y le respondió al uniformado, golpeándolo, para luego emprender la huida. No obstante, fue perseguido por los policías y detenido, mientras intentaba refugiarse en los brazos de su tía, una mujer de nombre Mercedes.Acto seguido, all Pibe se lo llevaron para el calabozo y quedó expuesto a pagar varios años de cárcel, teniendo en cuenta el Estatuto de Seguridad Vigente en 1980. Ya en prisión, le abrieron una causa judicial en la Base Naval de Barranquilla y estuvo a punto de que lo llevaran a un Consejo Verbal de Guerra.Por fortuna, mientras su situación judicial se definía, en prisión se empezaron a enterar que el Pibe era un prometedor jugador de la Costa que estaba a punto de ser fichado por el Unión Magdalena, equipo que recientemente ascendió nuevamente a la categoría A del fútbol colombiano.Sumado al reconocimiento que empezó a tener El Pibe en la cárcel, el cual le permitió que lo alojaran en la enfermería del penal, la presión que empezó a ejercer su padre ‘Jaricho’ para que lo dejaran en libertad, fue clave.Por lo tanto, transcurridos 50 días, un juez militar le otorgó a ‘Jaricho’ la boleta de libertad de su hijo y un mes después ya estaba jugando con el Unión Magdalena, así como el Sub-20 de 1981 con la Selección Colombia.En la crónica de la revista Soho se menciona que el juez militar que le otorgó la boleta de libertad al Pibe, le advirtió a ‘Jaricho’ que si su hijo volvía a agredir a alguien, a quien iba a meter a la cárcel iba ser a él.“Le tengo una sorpresa, dice de pronto el juez y le extiende una hoja de papel. ¿La orden de libertad? Sí, no debería dársela, pero estoy cansado de verlo por aquí. Gracias, muchas gracias, le dice y le estira la mano. El oficial acepta el saludo y vuelve a examinarlo. Vaya, saque al muchacho y póngase a cuidarlo, si vuelve a pegarle a alguien, lo meto a la cárcel a usted, ¿entendido? Entendido, contesta y con el paso algo ladeado y paciente que lo caracteriza, sale del lugar”, se lee en La gran crónica del Pibe publicada en la revista Soho.
Section
Medio
Escrito por