Armand Duplantis, hombre récord del salto con garrocha, desafía los límites del atletismo, ¿cómo lo hace?

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En una noche mágica, el pasado 28 de febrero en Clermont-Ferrand, Francia, Armand “Mondo” Duplantis volvió a desafiar los límites del atletismo al establecer un nuevo récord mundial en salto con garrocha, elevando la vara a 6,27 metros. Esta hazaña representó su undécimo récord mundial en cinco años, consolidándolo como una leyenda viviente del deporte.

Cada vez que “Mondo” sale a competir, sus rivales ya se imaginan el desenlace. Aunque la competencia siempre ha sido leal, la diferencia entre el sueco y sus contendores es incuestionable y genera muchas preguntas: ¿cómo lo hace? ¿Hasta dónde llegará si sigue a este ritmo?

El nuevo récord de Duplantis se veía venir. En el All Star Perche, inició su participación superando alturas de 5,65, 5,91, 6,02 y 6,07 metros. Tras asegurar la victoria, decidió enfrentar la mítica altura de 6,27 metros y, en su primer intento, con una técnica impecable y una confianza inquebrantable, superó la barra y desató la euforia del público en Clermont-Ferrand. “¿Qué puedo decir? Vine aquí a conseguir esto y puse todo para lograrlo”, expresó el pertiguista al término de la prueba.

Herencia deportiva

Nacido en Luisiana (EE. UU.) hace 25 años, Armand Duplantis lleva el atletismo en la sangre. Su padre, Greg Duplantis, fue un destacado pertiguista, mientras que su madre, Helena Hedlund, representó a Suecia en heptatlón y voleibol. Esta combinación genética y el ambiente deportivo en su hogar fueron fundamentales para que “Mondo” desarrollara, desde temprana edad, una pasión y dedicación únicas por el salto con pértiga.

Con tan solo 15 años, ganó el Mundial Sub-18 de salto con garrocha en 2015, destrozando el récord Sub-20 con un salto de 5,90 metros. A partir de allí, comenzó su meteórico ascenso deportivo.

Nada es casualidad

Pero el notable rendimiento de Duplantis con la pértiga (o garrocha) no es producto del azar. Detrás de cada plusmarca hay horas interminables de entrenamiento meticuloso, incluyendo rutinas de fuerza, flexibilidad y una atención obsesiva a la técnica. Bajo la tutela de su padre y entrenador, Greg, cada detalle es analizado y perfeccionado, desde la carrera de aproximación hasta el despegue y el vuelo.

En una entrevista para el medio deportivo estadounidense Citius Mag, Duplantis confesó: “Entreno como lo haría un velocista, con un poco más de gimnasia y ejercicios específicos de salto con pértiga combinados”.

“Lo máximo que corro son 150 metros. Todo es rápido. Trabajo con trineos. Hago entradas y salidas, donde hay conos cada 15 metros y es como correr-flotar-correr-flotar. Tengo otros trabajos de velocidad, donde hay bloqueos y otras aceleraciones cortas”, añadió el atleta, afirmando que entre más veloz sea, podrá saltar más alto y ganará más energía en los despegues y en la pista.

El horizonte de un ícono

Con tan solo 25 años, el horizonte de Duplantis parece ilimitado. Aunque decidió no participar en los Campeonatos Europeos en Apeldoorn (Países Bajos), que terminaron este domingo, su mirada está puesta en el Mundial de pista cubierta en Nankín, China, que se llevará a cabo del 21 al 23 de marzo. Antes de dicha cita, saltará en un evento que se organizará en Uppsala, Suecia, el próximo 13 de marzo.

Además, el sueco-estadounidense ha incursionado en el mundo de la música con el lanzamiento de su primer sencillo, titulado Bop, demostrando su versatilidad y pasión por nuevos desafíos. Esta no es su primera incursión en el mundo musical, pues, junto a su pareja, Desiré Inglander, fue escogido para protagonizar el videoclip Chasing Paradise, del DJ y productor noruego Kygo.

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