El hallazgo del castillo San Matías bajo las aguas de la bahía de Cartagena puso en evidencia un ambicioso proyecto en Colombia para identificar los tesoros que están sumergidos en el mar. Hasta ahora, los investigadores han recolectado ocho estructuras que fueron construidas por la corona española y sospechan que hay más elementos en las profundidades, según las fuentes orales y escritas que han recopilado.En la iniciativa participan la Dirección General Marítima, el Ministerio de Cultura y el Instituto Colombiano de Antropología e Historia. De momento, la lupa está puesta sobre la capital de Bolívar, por la cantidad de evidencias que dan cuenta de la posible existencia de bienes que serían de interés para la nación. Entre tantas cosas, se habla de eventuales obras militares que sirvieron para defender al territorio.El capitán de corbeta, Saúl Esteban Vallejo Quintero, responsable del Área de Patrimonio Cultural de la Dimar, explicó que la posición geográfica de la ciudad amurallada y su importancia para la navegación del continente la puso en la mira del mundo: “Cartagena fue un importante pueblo donde se enfrentaron españoles con otras potencias colonizadoras, como los ingleses y franceses”.Esas confrontaciones llevaron a la corona a blindar los ingresos: “De ahí la necesidad de pensar y construir todo un sistema fortificado para evitar el ingreso de las flotas enemigas. El fuerte de San Matías jugó un importante rol durante casi todo un siglo y sus características son las de varios fuertes que eran típicos; piedra coralina, baluartes en formas de equinas, un patio de armas, dos niveles y troneras para la disposición de cada uno de los cañones”, dijo Vallejo Quintero a SEMANA.Los materiales hallados están, aproximadamente, a seis metros de profundidad: “Se cree que por diferentes cambios, tanto en la composición del fondo del lecho marino, como el sedimento y la erosión, han hecho un papel fundamental en la dinámica de la transformación de la estructura”, que para la época de su funcionamiento se piensa que estaban emergidas en la línea de flotación y expuestas a la superficie.En el radar no solo se tienen estructuras militares: “Cartagena era uno de esos principales puertos donde se cargaba y se descargaba mercancía de todo tipo -piedras preciosas, metales preciosos, vajillas y porcelanas de diferentes dinastías-, en el cual ha habido ciertos naufragios que están identificados en cuanto a fuentes escritas, históricas, orales y los mismos nativos”, agregó el funcionario.20 investigadores de varias disciplinas están detrás de estos elementos, guiados por un propósito fundamental: conocer la historia. “¿Cómo eran los asentamientos anteriores?, ¿cómo eran nuestros antepasados?, ¿cómo era su día a día, sus tradiciones culturales, sus economías?, ¿cómo desarrollaban su pesca, cómo era el transporte marítimo?, ¿Cuál era la interconexión que había con otros países del mundo? Conocer para saber y saber para proteger”, concluyó el capitán corbeta.
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