Durante la Semana Santa, muchas familias aprovechan los días de descanso para salir de viaje y desconectarse de la rutina. Sin embargo, una práctica común que suele pasarse por alto es dejar los electrodomésticos conectados mientras el hogar permanece vacío. Esta acción aparentemente inofensiva puede representar serios riesgos tanto para la seguridad del inmueble como para el consumo energético.La inteligencia artificial advierte que desconectar los aparatos electrónicos antes de salir de casa no solo ayuda a prevenir accidentes, sino que puede generar un ahorro considerable en la factura de servicios. Dejar televisores, cargadores, microondas, entre otros dispositivos, enchufados de forma innecesaria, es un descuido que puede tener consecuencias graves.Uno de los peligros más significativos es el riesgo de cortocircuitos, los cuales pueden ser causados por sobrecargas eléctricas o fallas en el sistema de cableado. Al no haber nadie en casa, cualquier chispa o calentamiento excesivo puede propagarse sin ser detectado a tiempo, convirtiéndose en un incendio de grandes proporciones.Según cifras de organismos de emergencia, un alto porcentaje de incendios residenciales durante las vacaciones están relacionados con fallos eléctricos provocados por aparatos que permanecieron conectados.Los electrodomésticos antiguos o en mal estado representan un riesgo aún mayor. Aparatos como hornos eléctricos, cafeteras o planchas pueden experimentar fallos internos que deriven en recalentamientos si se dejan enchufados. Aunque muchos de estos equipos estén apagados, el solo hecho de estar conectados a la corriente puede causar que acumulen energía o que se activen de forma accidental, sobre todo si cuentan con temporizadores o funciones automáticas.De igual forma, los cargadores de celular y otros dispositivos pequeños, aunque parecen inofensivos, pueden sufrir cortocircuitos, especialmente si son de baja calidad o si presentan daños en los cables. Además del riesgo de incendio, existe la posibilidad de que estos causen daños irreparables a los aparatos electrónicos que estén conectados en ese momento.Más allá del peligro físico, dejar los electrodomésticos conectados también implica un impacto económico. El fenómeno conocido como “consumo fantasma” o “consumo en standby” se refiere a la energía que consumen los aparatos eléctricos incluso cuando no están en uso. Esto ocurre porque muchos equipos permanecen en modo de espera, listos para activarse en cualquier momento, lo que significa que siguen consumiendo electricidad de manera constante.Según datos de entidades energéticas, este tipo de consumo puede representar entre el 5 % y el 10 % del total de la factura de energía eléctrica mensual. Si bien puede parecer un porcentaje menor, al multiplicarse por todos los dispositivos del hogar y sumarse mes a mes, la cifra puede llegar a ser considerable a lo largo del año.Entre los principales responsables de este consumo silencioso se encuentran los televisores, decodificadores, microondas, computadores, consolas de videojuegos y sistemas de sonido. Todos estos aparatos siguen extrayendo electricidad de la red, incluso cuando no están en funcionamiento, lo cual se traduce en un gasto innecesario, especialmente cuando no hay nadie en casa para usarlos.Finalmente, una práctica adicional que puede brindar tranquilidad es desconectar el interruptor general del panel eléctrico, si no se dejaran electrodomésticos funcionando durante la ausencia. Esto garantiza que no haya flujo de corriente en el hogar y elimina prácticamente cualquier riesgo relacionado con el sistema eléctrico.*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de Semana.
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