Un violento asalto registrado el miércoles 22 de enero volvió a poner en el foco la crisis de seguridad que afecta a la vía Panamericana, en el tramo entre Popayán y Santander de Quilichao. Delincuentes armados detuvieron a los ocupantes de una camioneta de alta gama en plena carretera, obligándolos bajo amenazas a entregar el vehículo.
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El incidente, captado en video por testigos, tuvo lugar en la vereda El Frutal, corregimiento de La Agustina. En las imágenes, que se viralizaron en redes sociales, se observa cómo los asaltantes, movilizándose en motocicletas, bloquearon el paso para cometer el delito.
“El robo de la camioneta al hombre... va para arriba, para el hueco”, se escucha decir mientras los delincuentes escapan con el vehículo, dejando en evidencia la creciente frecuencia de este tipo de crímenes en una de las vías más estratégicas del suroccidente colombiano.
Tras el robo, los asaltantes escaparon por vías rurales que conducen a municipios como Santander de Quilichao, Buenos Aires y Toribío. Estas áreas, según las autoridades, están controladas en su mayoría por disidencias de las Farc, lo que incrementa los riesgos y la complejidad para las labores de las fuerzas de seguridad.
De acuerdo con fuentes de inteligencia del Ejército, los vehículos robados suelen tener destinos preocupantes: son usados para transportar explosivos, armas, drogas o incluso personal armado. En casos extremos, son adaptados como carrobombas para ejecutar ataques contra la Fuerza Pública.
El departamento de Cauca es uno de los más afectados por la violencia en Colombia en la historia reciente, siendo escenario de disputas entre grupos armados ilegales y actividades relacionadas con el narcotráfico. Dentro de este contexto, el robo de vehículos se ha convertido en una herramienta para sostener las operaciones ilícitas de estas organizaciones.
Este incidente no es aislado. El pasado 24 de diciembre, la diputada del Pacto Histórico, Orgeni Etelvina Viera Betancourth, y su esquema de seguridad fueron víctimas de un asalto similar en el mismo tramo de la carretera a las 2:00 de la tarde. Según la diputada, el ataque fue cometido por integrantes del frente Dagoberto Ramos de las disidencias de las Farc, quienes además de robar sus pertenencias, se llevaron el vehículo asignado por la Unidad Nacional de Protección (UNP).
Por otro lado, se conoció el caso de Pedro Galindo Díaz, un motociclista asesinado el 18 de enero en esta misma vía. Según denuncias de su familia, fue interceptado y atacado a tiros por delincuentes mientras se desplazaba en su motocicleta.
La inseguridad que afecta a la vía Popayán-Cali es solo uno de los problemas de orden público que enfrenta el país. Otros departamentos como Valle del Cauca y Nariño, sumándole la crítica situación que se vive actualmente en el Catatumbo, Norte de Santander, son temibles escenarios de violencia ejercida por los grupos ilegales.
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Es por esto que las autoridades y el Gobierno han enfatizado la necesidad de reforzar las medidas de seguridad en la región para proteger tanto a los civiles como a las fuerzas de seguridad que transitan por la zona. La población exige una respuesta inmediata y efectiva para detener la ola de violencia que amenaza con seguir escalando, dejando tras de sí un rastro de víctimas y desolación.