Entrante canciller Laura Sarabia será llamada a responder en el Congreso por crisis entre Colombia y EE. UU.

Obras de la primera línea del metro de Bogotá. 
Foto : Guillermo Torres Reina - SEMANA

Por cuenta de la crisis diplomática que se desató entre Colombia y Estados Unidos, a raíz de los enfrentamientos entre los presidentes Gustavo Petro y Donald Trump, la entrante ministra de Relaciones Exteriores, Laura Sarabia, así como el ministro de Comercio, Industria y Turismo, Luis Carlos Reyes, serán llamados a responder en el Congreso.

Así lo anunció la congresista de oposición Paloma Valencia (Centro Democrático), quien aseguró que ambos funcionarios “deben explicar y responder las decisiones de su Gobierno, y los efectos que tendrán sobre los colombianos y la economía nacional”.

En paralelo, también desde la oposición, el senador Carlos Fernando Motoa (Cambio Radical), insistió en la moción de censura contra el saliente canciller Luis Gilberto Murillo, con miras a evaluar la política internacional del gobierno de Gustavo Petro.

“El plan de Gustavo Petro en materia internacional es macabro, un verdadero desastre, aislar a Colombia de los mercados internacionales, impedir ayuda estratégica en materia militar y afectar relaciones comerciales. Por eso reiteramos nuestra moción de censura contra el canciller por la mala política en materia internacional y llamar la atención del prejuicio que está generando a la economía nacional: café exportaciones de flores y azúcar, empleos afectados por su improvisación y falta de rigor”, manifestó Motoa.

En esa línea, el congresista declaró que el primer mandatario rompió los principios de la democracia, comunicación, construcción de confianza y equilibrio “mientras se somete ante la dictadura de Maduro y reta al nuevo gobierno de Estados Unidos”.

Por ello, reclamó que el actual Gobierno de Gustavo Petro “pareciera que quiere acercarnos más a Venezuela y convertir a Colombia en una nueva dictadura. Un país paria en Latinoamérica y en el mundo”.

Este domingo, el Gobierno de Donald Trump dio marcha atrás a una serie de sanciones que planeaba imponer a Colombia tras la negativa del presidente Gustavo Petro de permitir el ingreso de vuelos militares con migrantes deportados. Tras horas de tensión, Bogotá aceptó los términos de esta política de Trump y apagó una disputa que subía de tono con el paso de las horas.

“Estuvimos a punto de una situación muy crítica”, reconoció el embajador en Washington, y aseguró que durante la jornada del domingo hubo “momentos un poco álgidos de lado y lado, pero el canal de comunicación siempre estuvo abierto”. La preocupación del gobierno colombiano era el respeto a la “dignidad” de los deportados.

El incidente es el primer choque de Petro con Trump, quien asumió la presidencia el 20 de enero con promesas de mano dura contra la migración irregular.

Todo empezó con un mensaje de Petro en X hacia las 3:00 de la madrugada del domingo. Luego las redes sociales fueron el campo de batalla de ambos mandatarios.

En medio de la disputa, Trump había anunciado aranceles a las importaciones procedentes de Colombia y la embajada estadounidense en Colombia suspendió la expedición de visas.

Justo durante la mañana de este lunes, decenas de personas hacían fila en los exteriores de esa legación diplomática en Bogotá, para pedir información sobre sus solicitudes de visa. Según testimonios de algunos afectados, la víspera recibieron un correo electrónico informándoles que sus citas habían sido canceladas.

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