Por encima de la pobreza, el empleo y la seguridad, la mayor preocupación de la ciudadanía en Medellín es la atención en salud. El dato, de la encuesta de Percepción de Medellín Cómo Vamos 2024, está sustentado en parte por la incertidumbre del sistema de salud, las reformas del Gobierno Nacional y la intervención de las EPS (5,8 millones de personas en Antioquia tienen su EPS intervenida o a punto de desaparecer), pero también por el estado de inopia en el que quedó la red pública del distrito después de la alcaldía de Daniel Quintero.
El Hospital General de Medellín, el centro clínico público más importante del departamento, pasó por uno de sus peores momentos en la pasada administración. Mientras que en 2021 los estados financieros del hospital registraban ganancias por $17.148 millones, en el 2023 tuvo pérdidas por $129.000 millones, según los datos oficiales.
A eso se le sumó que Metrosalud, entidad que presta servicios de primer nivel, atiende la población vulnerable, régimen subsidiado y migrantes en 52 centros de salud de la ciudad, también quedó en los rines, tanto, que necesitó más de $80.000 millones para salir a flote.
El secretario de Hacienda de Medellín, Orlando Uribe Villa, cuenta los pormenores del plan de choque que tuvieron que implementar para rescatar financieramente tanto al General, como a Metrosalud y al Hospital Infantil Concejo de Medellín. Dice que por fin están al día y que los recursos están garantizados en el presupuesto de 2025 para garantizar el servicio.
$1,5 billones ha costado hasta ahora sanear las finanzas de todo el conglomerado público de Medellín, ¿pero qué pasó en específico con el sector salud?
“Es un capítulo muy importante. Es uno de los temas que más preocupaban a la ciudadanía, según la encuesta de percepción de Medellín Cómo Vamos. En eso tiene un efecto importante la incertidumbre y el panorama nacional, pero eso se agrava cuando llegamos y encontramos que el Hospital General, Metrosalud y el Hospital Concejo de Medellín tenían serios problemas de financiación, tanto, que requirieron inversiones, los tres, por $192.000 millones solo el año pasado”.
¿Qué pasó en el Hospital General, qué encontraron?
“Es el hospital público insignia de la región, salía en los listados de los mejores hospitales públicos de América Latina. Se perdió ese criterio gerencial de cuidar al hospital, que es de alta complejidad y muy importante porque le sirve además a los pacientes de las regiones de Antioquia y del Chocó. Lo encontramos facturando $15.000 millones mensuales, un desfase de $7.000 millones, porque el Hospital requiere unos $22.000 millones al mes.
No solo creció la burocracia, sino que se dejaron de prestar servicios. La deuda con los proveedores era de $120.000 millones, más $9.400 millones de deuda con especialistas, habían cerrado 7 camas de UCI neonatales, dos quirófanos, dos UCI de adultos, otras 4 camas de hospitalización cerradas, no había insumos, ni medicamentos”.
¿Qué hicieron entonces cuando encontraron ese panorama?
“Implementamos un plan de choque apenas llegamos, aunque solo pudimos asumir la gerencia en marzo (el periodo de Mario Fernando Córdoba, gerente del gobierno de Daniel Quintero, iba hasta ese mes). Empezamos a desembolsar la plata para pagarle a los proveedores, al personal médico asistencial, hasta completar $104.000 millones en solo un año. Firmamos convenios entre las secretarías de Salud y Hacienda con el Hospital y empezamos a cubrir todas las brechas. Ya el General está facturando entre $21.000 y $22.000 millones, estamos casi en tablas”.
¿Ya se normalizaron también los servicios?
“Con esos $104.000 millones ya pagamos proveedores, abrimos 7 camas de UCI, 14 camas de Unidad de Cuidados Especiales para Adultos, una de hospitalización pediátrica, tres camas de hospitalización para adultos y dos quirófanos más. Estamos al día con el personal médico asistencial, se han pagado las primas. Tenemos listos $60.000 millones en el presupuesto distrital de 2025 para el Hospital General.
Quiero dar un parte de tranquilidad a la ciudad, haremos las inversiones necesarias para mantener el servicio y la atención, la apuesta es facturar mínimo entre $25.000 y $30.000 millones al mes. En medio de las complejidades, estamos al frente”.
¿Qué ha pasado en la gerencia? La primera gerente de ustedes se fue y quedó un encargado acaba de renunciar.
“En abril de 2024, Claudia Arenas asumió la dirección del hospital, salió en octubre para asumir la rectoría de la Universidad CES, un proceso administrativo natural por un nuevo trabajo. Dejamos encargado al subgerente médico, Theider Serna. Finalmente no va seguir como gerente por razones personales.
Estamos en el proceso de nombrar un gerente en propiedad. Me reuní la semana pasada con los sindicatos y les di un parte de tranquilidad, en esta administración estamos comprometidos con el Hospital. Quien llegue tendrá todo el criterio técnico y el acompañamiento nuestro. Estamos en ese proceso”.
¿Cómo encontraron a Metrosalud?
“Tenía muchos problemas, tuvimos que hacer inversiones por el orden de $84.000 millones. Encontramos que los programas estaban desfinanciados en más de $20.000 millones, debiéndole plata a los proveedores, con deudas en insumos y medicamentos, debiéndole quincenas a los empleados. Esta entidad tiene funciones muy importantes, a través de los 52 centros de salud presta servicios de primer nivel, atiende la población vulnerable, régimen subsidiado y no afiliados, incluida la población migrante. Y atiende algunos programas de la alcaldía que contrata la Secretaría de Salud, Buen Comienzo e Inclusión Social.
En este cumplimiento de sus funciones —urgencias, primer nivel, medicina interna y general— también tenía un desbalance de la ejecución natural de su operación. Se le deben invertir entre $20.000 y $25.000 millones al año. Cubrir esas brechas ha sido un gran reto, pero hoy podemos decir que estamos al día en todo”.