Sabaneta estaría cada vez más cerca de arrancar con una de las obras más anheladas de los últimos años en materia de espacio público: ampliar su parque principal.
Pese a todavía tener sus diseños en formulación, el gobierno de ese municipio anunció que el proceso de compra de predios con el que se busca transformar una zona de dos manzanas, ubicadas en la zona más central, avanza a buen paso y podría estar listo en cuestión de meses.
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En un acto realizado el pasado miércoles, el gobierno local oficializó la entrega de un parqueadero equivalente al 95% de la primera manzana del futuro parque.
En un proceso que no ha estado exento de polémica y conflicto, sobre todo con comerciantes que dicen sentirse atropellados por esa gestión predial, el alcalde Alder Cruz anticipó que durante la primera semana de febrero espera oficializar una nueva oferta, en este caso para los propietarios de la segunda manzana, en donde también hay un parqueadero.
Si bien todavía no se sabe a ciencia cierta cuánto costará el futuro espacio, Cruz señaló que se espera una inversión no inferior a los $55.000 millones, que serán asumidos de forma conjunta por ese municipio, por concepto de aportes en terreno, y el Área Metropolitana del Valle de Aburrá (Amva), que meterá ese proyecto de infraestructura dentro de las obras que financiará en este cuatrienio.
“Nosotros queremos generar en estas dos manzanas un gran pulmón verde para Sabaneta, espacios para que los deportistas puedan venir a hacer su actividad física, espacios para la salud mental de nuestra gente, para que compartan con sus animales de compañía, con sus hijos”, expresó Cruz, precisando que el nuevo espacio tendrá un perímetro delimitado entre las calles 70 y 72, y las carreras 45 y 45a.
Durante las últimas dos décadas, Sabaneta ha experimentado una transformación vertiginosa, pasando de ser un apacible pueblo ubicado en el sur del Valle de Aburrá a uno de los más agitados núcleos constructivos de la región metropolitana.
Además de duplicar su población en ese mismo horizonte de tiempo (pasando de 54.595 habitantes en 2009 a 103.217 en 2018), el municipio terminó con gruesos líos en materia de urbanismo, como vías insuficientes para un amplio parque automotor, problemas de servicios públicos en algunas zonas y, sobre todo, un espacio público que se quedó insuficiente.
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En este último campo, mientras la Organización Mundial de la Salud recomienda que cada habitante disponga por lo menos de 15 metros cuadrados de espacio público en promedio, en Sabaneta ese indicador estaba en solamente 1,37 metros cuadrados con una tendencia a empeorar, sobre todo con miras a los proyectos inmobiliarios que se siguen desarrollando y la nueva población que continúa arribando al municipio.
Entre muchos temas, este lío abrió un debate por el ordenamiento territorial del municipio, en el que se ha planteado como meta habilitar más espacio público, especialmente en la zona central.
Precisamente con la vista puesta en subsanar ese déficit, dentro de las principales metas planteadas en el plan de desarrollo para este cuatrienio se formuló la de ampliar el parque principal y dotar a Sabaneta de un espacio propiedad del municipio, ya que el actual parque pertenece a la curia.
Los planes actuales contemplan adquirir unos 4.659 metros cuadrados de terrenos, de los que ya se han adquirido 1.666 metros cuadrados; es decir, un 36%.
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“Este será el primer paso del proyecto de espacio público más representativo en toda la historia de nuestra ciudad, queremos que así lo sea. Venimos construyendo los diseños con los insumos que la gente nos ha venido entregando y este será uno de los proyectos que partirá la historia de Sabaneta en dos”, añadió el alcalde Cruz.
A pesar de que la alcaldía se muestra optimista en la consecución del 64% de predios restantes, lo cierto es que dicha gestión no ha estado exenta de polémica y tensiones.
Tal como lo registró este diario en octubre del año pasado, poco después de comenzar la iniciativa, un grupo de comerciantes de por lo menos 14 locales ubicados en el cruce de la calle 70 sur con la carrera 45 se tomaron las calles para protestar señalando sentirse atropellados por el proyecto.
En este caso, dichos comerciantes señalaban estar en sus locales en calidad de arrendatarios y luego de que sus dueños vendieran los predios para el parque señalaron quedarse sin un sustento, razón por la que pedían una indemnización.
Además de estos comerciantes, otros propietarios de la zona también han expresado sus reticencias para venderle a la Alcaldía sus propiedades, al considerar que el municipio no estaría pagando precios justos.
Este es el caso de Marianelly Montoya, una mujer que habita una casa de dos pisos ubicada en la zona afectada por el parque desde hace más de 50 años, en una esquina en donde también funcionan unos 4 locales que le pagan arriendo.
Según expresó Montoya, tras recibir en días recientes la oferta de compra por parte del municipio, estaría preocupada porque con el valor ofrecido no le alcanzaría para reubicarse en una casa de las mismas condiciones y tampoco tendría con qué indemnizar a los arrendatarios de los locales, que en caso de ser desalojados estarían en todo el derecho de iniciar reclamaciones.
Al ser interrogado sobre este caso, el alcalde Cruz sostuvo que se instaló una mesa de diálogo para revisar los casos con los compradores y llegar a un acuerdo.