La de este martes será una sesión agitada en el Congreso y las miradas estarán puestas en el Senado. Si bien los parlamentarios formalmente reanudarán labores el 16 de febrero, fueron citados de forma extraordinaria para estudiar y analizar los decretos de la conmoción interior declarada por el Gobierno de Gustavo Petro en la región del Catatumbo. Sin embargo, en los entresijos de la agenda legislativa podría colarse un punto que daría pie a la esperada reconfiguración del Congreso con miras a 2026.
Se trata de la aceptación de renuncia de dos pesos pesados de la Corporación: David Luna –nada menos que el senador más votado de Cambio Radical con 112.329 votos– y de Humberto de la Calle –la cabeza de lista de la Coalición Verde-Centro Esperanza y quien en 2022 se hizo a 187.307 votos–.
Inclusive, en cuestión de días los senadores podrían reunirse para aceptar la renuncia de otro jugador de primer orden y quien ha demostrado su independencia frente al Ejecutivo: Jota Pe Hernández, también de la Verde-Centro Esperanza, quien hace tres años –debutando apenas en la política– fue el tercer senador más votado del país y el primero en la coalición.
A los tres los une un mismo propósito: participar en las elecciones presidenciales de 2026 y con miras a no inhabilitarse, desde ya trazan un camino propio que les asegure un puesto en el partidor. Su salida da pie también al arribo de nuevos jugadores en un Parlamento que se dispone a discutir este año las reformas del corazón del petrismo.
El primero en formalizar su salida fue el senador Luna, quien desde la semana pasada ventiló su voluntad de dar un paso al costado tanto de su curul como de su militancia en Cambio Radical. Aunque a diferencia de funcionarios y gobernantes elegidos por voto popular los congresistas no deben renunciar un año antes de los comicios para no inhabilitarse, el congresista opositor dio un paso al costado para evitar la doble militancia.
Por ello –en una carta elevada al presidente del Senado, Efraín Cepeda–, Luna formalizó su salida. Sus razones son de índole práctico, pero también político. Según fuentes consultadas por este diario, en ese partido desde ya se da por hecho que el exvicepresidente Germán Vargas Lleras será el ungido para participar en los comicios, lo que le cierra el espectro a cualquier otro que intente levantar la mano.
“Es obvio que también busca evitar un enfrentamiento con un eventual aliado en una consulta de centro-derecha. No le va a competir a Vargas Lleras”, explicó una fuente al interior de la colectividad que pidió reserva de la fuente.
De hecho, en su carta de renuncia –en la que criticó la reciente crisis diplomática entre Colombia y Estados Unidos por cuenta del enfrentamiento entre Petro y Donald Trump–, Luna dijo asumir el compromiso “de liderar un frente ciudadano que permita enfrentar el proyecto político de Gustavo Petro y sus intenciones de prolongarlo durante muchos años más”.
Por su parte, de la Calle anunció su dimisión en medio de pullas al partido Verde Oxígeno, que avaló su curul y que lidera la excandidata presidencial Ingrid Betancourt. Según el congresista, busca “recuperar” su independencia ante el año electoral. “La pertenencia al partido Oxígeno Verde no me permitiría la libertad que es esencial en estos momentos” dijo De La Calle.
Desde esa colectividad no tardaron en responder y señalaron que desde un inicio el congresista “confrontó la decisión del partido para poder apoyar al Gobierno”.
Finalmente, en el ramillete se cuenta Jota Pe Hernández que –de acuerdo con fuentes de su entorno más íntimo consultadas por EL COLOMBIANO– sostendrá una reunión con el presidente de los verdes, Rodrigo Romero, en la que buscará asegurar que pueda participar en las elecciones presidenciales. Sin embargo, en caso de que le cierren las puertas, dejaría la colectividad. “Al parecer, no hay posibilidades. Él necesita tener la seguridad de que sí va a poder participar”, confirmaron.
Ante ello, según las fuentes, el congresista estaría pensando en migrar a otras colectividades en búsqueda del aval e incluso, irse por firmas.
“Se trata de legisladores que tienen un perfil mucho más alto desde el punto de vista del trabajo en las plenarias, más que en comisiones. Tienen un alto perfil mediático desde la apreciación de la sociedad civil. Puede darse el caso, aunque no necesariamente es seguro, es un Congreso con un perfil más bajo desde el punto de vista social, pero ello no implica que el trabajo legislativo sea menos riguroso”, explicó a este diario el profesor Juan Pablo Milanese, jefe del Departamento de Estudios Políticos de la Universidad Icesi de Cali.
Ante la salida de los tres senadores, desde ya se alistan sus eventuales reemplazos. En el caso de Luna se trata de una papa caliente para la colectividad: el expresidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), César Lorduy.
Aunque es cercano a la casa política Char –que dirige Cambio Radical de forma colegiada con Vargas Lleras–, Lorduy ha quedado marginado tras la denuncia por presunto acoso sexual por parte de la congresista Ingrid Aguirre, del partido Fuerza Ciudadana.
Si bien el exmagistrado no ha ocultado su interés de volver al Congreso, donde fue representante a la Cámara por Atlántico entre 2018 y 2022, aún el Parlamento debe aceptar su renuncia al CNE. Sin embargo, juega en contra que el propio Vargas Lleras ya marcó férrea distancia, con todo y que Lorduy podría llegar a reforzar el rol de oposición al Gobierno. “Yo tengo un muy mal concepto de Lorduy”, reconoció a este diario Vargas Lleras en octubre.
Y si en Cambio Radical llueve, en los verdes no escampa. Ante la renuncia de Humberto de la Calle, quien sigue en la lista es el actual embajador de origen paisa León Freddy Muñoz. Aunque desde ya el diplomático petrista dio el sí a su regreso al Congreso (fue representante entre 2018 y 2022), el partido de Ingrid Betancourt ratificó que la curul es de Verde Oxígeno y no de la Centro Esperanza: “el equipo legal del partido asumirá la defensa de la curul y del interés de sus militantes”, anunciaron.
Finalmente, en caso de que se concrete la salida de Jota Pe Hernández y prospere el regreso de Muñoz, aterrizaría el exdiputado del Meta Arley Fernando Gómez, cuya postura política podría distar del Gobierno Petro, dada su cercanía con el exgobernador Juan Guillermo Zuluaga, férreo opositor del Ejecutivo.