Con la llegada de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos, el país experimentó un cambio drástico en sus políticas migratorias. Estas medidas, orientadas a reforzar el control sobre la inmigración, han desencadenado una serie de operativos que han resultado en la detención de miles de personas por parte del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés).
Aunque Make The Road, la organización dirigida por inmigrantes más grande de Nueva York, está anunciando que la policía local no apoyará a lo agentes del ICE, es esencial no ignorar esta crítica situación y el peligro que corren las personas en situación ilegal en el país. De hecho, Natalia Aristizábal, representante de la organización, aseguró a Telemundo que incluso personas sin historial criminal se verán afectadas por las nuevas políticas migratorias.
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Esto significa que cualquier persona que esté allí de manera ilegal, corre peligro. Por eso se hace imprescindible que las familias sepan qué hacer si llega a ocurrir una detención por parte de ICE.
Las personas aprehendidas por ICE enfrentan procesos legales que usualmente concluyen en deportación. Mientras se define su situación, los detenidos permanecen en centros de detención distribuidos en todo el país. Para las familias y allegados, el proceso de localizar a un detenido puede ser complicado; sin embargo, ICE ofrece herramientas para facilitar esta búsqueda.
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Es una plataforma en línea que permite acceder a información sobre individuos bajo custodia. Este servicio está disponible en varios idiomas y ofrece las siguientes opciones de búsqueda:
Número A: Este identificador de nueve dígitos se asigna a personas con procesos migratorios activos. Para buscar a alguien, se deben añadir dos ceros al inicio del número A asignado.
Información biográfica: Ingresando el nombre completo del detenido, su país de origen y fecha de nacimiento, es posible encontrar a la persona en los registros. La búsqueda será efectiva solo si los datos coinciden con los archivados en el sistema.
Sistema en línea: Esta herramienta resulta útil para encontrar a personas que han estado bajo custodia por más de 48 horas. Sin embargo, no incluye información sobre menores de 18 años.
Contacto directo: Si la ubicación del detenido se conoce, se puede contactar directamente al centro de detención correspondiente. ICE cuenta con un directorio en línea que detalla direcciones y números telefónicos de estas instalaciones, organizados por estado.
Adicionalmente, el estatus legal del detenido puede consultarse a través del Departamento de Justicia o llamando al 1-800-898-7180.
Los principales motivos por los que una persona puede ser recluida en un centro de detención están relacionados con violaciones a las leyes migratorias, tales como:
1. Ingresar al país sin autorización, evitando los puntos de control fronterizo.
2. Permanecer más tiempo del permitido por la visa otorgada.
3. Tener procesos pendientes de deportación.
4. Poseer antecedentes penales que representen un riesgo para la seguridad pública o nacional.
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En caso de que llegue a ocurrir una detención, la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) advirtió que como migrante se deben defender los derechos humanos. Una recomendación siempre es mantener la calma y dejar la puerta cerrada para que sea más seguro hablar con los agentes hasta que ellos muestren una orden judicial correctamente firmada por un juez.
Si llegan a tener aquel documento, la persona migrante tiene derecho a permanecer en silencio. Además, a menos de que tengan una orden de arresto, no podrán ingresar a su casa.
Aunque estas políticas se justifican bajo el argumento de la seguridad nacional, su impacto en las comunidades inmigrantes ha sido devastador. Familias separadas, niños desamparados y un sistema judicial saturado son algunas de las consecuencias directas de este endurecimiento que solo parece exacerbarse cada día con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.
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3. Tener procesos pendientes de deportación.
4. Poseer antecedentes penales que representen un riesgo para la seguridad pública o nacional.
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Si llegan a tener aquel documento, la persona migrante tiene derecho a permanecer en silencio. Además, a menos de que tengan una orden de arresto, no podrán ingresar a su casa.
Aunque estas políticas se justifican bajo el argumento de la seguridad nacional, su impacto en las comunidades inmigrantes ha sido devastador. Familias separadas, niños desamparados y un sistema judicial saturado son algunas de las consecuencias directas de este endurecimiento que solo parece exacerbarse cada día con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.
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