Luego de tres días del lío con Estados Unidos que armó el presidente Gustavo Petro por X (antiguo Twitter) a las 3 de la mañana, el Gobierno colombiano asumió la tarea de garantizar los vuelos en los que los ciudadanos colombianos deportados de ese país regresaron a territorio nacional. Así lo hizo con dos vuelos de la Fuerza Aeroespacial, que regresó a Colombia a las personas que venían el pasado domingo de regreso y cuyo vuelo fue devuelto por el mandatario.
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En este contexto, en el que el Gobierno asumió el costo de hacer estos traslados —argumentando que así tendrían garantías de recibir un trato digno y humano—, abre una puerta que deja una pregunta:
Así las cosas, las cuentas son más o menos de la siguiente manera: según el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por las siglas en inglés de Immigration and Customs Enforcement), el costo promedio de un vuelo chárter programado al día es de 8.577 dólares por hora de vuelo. Así mismo, el costo promedio de un vuelo chárter especial de alto riesgo es de entre 6.929 y 26.795 dólares por hora de vuelo, de acuerdo con los requisitos de la aeronave que se encargue del viaje.
Las tarifas anteriores cubren no solo el costo de la aeronave y el combustible, sino también otros aspectos como la tripulación de vuelo, el personal de seguridad, un profesional médico a bordo y todos los costos que acarrea el manejo de la aviación y sobrevuelo.
A precio de hoy, la hora de vuelo en un chárter al día costaría $36’074.518, mientras que la de un chárter especial de alto riesgo costaría entre $29’143.096 y $112’698.698. Un vuelo de Estados Unidos a Colombia podría durar hasta 8 horas y 20 minutos partiendo, por ejemplo, desde El Paso (Texas), un paso fronterizo con México desde donde salió uno de los vuelos que llegó este martes a Colombia.
Siguiendo ese ejemplo del tiempo de vuelo desde Texas, el costo de un chárter especial sería de más de $288 millones, mientras que uno de alto riesgo costaría entre $233 millones y $901 millones. Hay que tener en cuenta que es el valor de un solo vuelo.
También vale recordar cifras de colombianos deportados desde Estados Unidos a Colombia. Al final del primer gobierno de Donald Trump, fueron expulsados del país norteamericano 2.089 nacionales por haber ingresado de manera ilegal: 1.158 en 2019 y 931 en 2020. Posteriormente, en el gobierno de Joe Bien, la cifra creció de la siguiente manera: en 2022 se deportaron 3.753 ciudadanos, en 2023 se deportaron 9.866 y en 2024 la cifra llegó a 14.268.
De acuerdo con datos de la organización Witness at the Border (Testigo en la Frontera), entre 2020 y 2024 (fin del primer gobierno de Trump y todo el gobierno de Biden) Colombia recibió 475 vuelos de deportación de inmigrantes. Los países que en esos años recibieron más vuelos de expulsado de Estados Unidos han sido Guatemala (1.778), Honduras (1.419), México (759), El Salvador (616), Colombia (475), Ecuador (407) y Haití (337). En promedio, en el país llegaron 95 vuelos de deportados al año.
Todo lo anterior permite concluir que, en concordancia con los ejemplos anteriores y los costos de los vuelos según ICE, a Colombia le costaría (o le hubiera costado) como mínimo $27.360 millones y como máximo $85.595 millones pagar esos 95 vuelos anuales. O también le hubiera costado entre $136.800 millones y $427.975 millones todos esos viajes.
Cifras que el Gobierno de Gustavo Petro deberá tener en cuenta si en sus planes está que el país asuma toda la responsabilidad de trasladar a los ciudadanos deportados desde Estados Unidos.
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