La Federación Nacional de Departamentos (FND) presentó un informe de seguridad que da cuenta de los distintos escenarios de confrontación que se registran en Colombia y que el Gobierno deberá estar listo para atender.
De acuerdo con el documento, en el país se registran 12 frentes de confrontación bélica entre los actores armados que pueden generar graves consecuencias humanitarias para la población civil.
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La FND contrastó distintas fuentes –del orden departamental, municipal y nacional– para entregar la radiografía de las dinámicas criminales y de los conflictos que están activos en el país.
Norte de Santander, Sur de Bolívar, Bajo Cauca Antioqueño, Arauca, Vichada-Guainía, Guaviare-Meta, Pacífico chocoano, norte del Cauca, Nariño, Putumayo-Caquetá, La Guajira y Valle del Cauca son los lugares donde, advierten, prevalecen los choques entre los actores armados.
De acuerdo con la Federación, los grupos armados vienen en un proceso de fortalecimiento y expansión por su relación directa con estructuras criminales transnacionales y que, por tanto, existe la disputa por el control del territorio y de las economías ilegales.
“Se evidencia un crecimiento sostenido del Ejército de Liberación Nacional (ELN), las Disidencias de las Farc, el Clan del Golfo y otros grupos armados ilegales, que se están valiendo del reclutamiento de menores para expandir su área de influencia y fortalecer su pie de fuerza para enfrentar violentamente a otras organizaciones”, se lee en el informe.
La información recopilada también advierte que el número total de combatientes que hacen parte de las distintas estructuras armadas ilegales podría superar las 20.000 personas.
En el decreto de conmoción interior, el Gobierno reconoció que desde 2021 -con el descenso en los precios de la hoja de coca- hubo una suerte de tregua entre las organizaciones armadas para repartirse el negocio y permitir la entrada de compradores a los territorios. Pero advirtió que desde finales del 2024 los precios en el mercado ilícito empezaron a recuperarse y el pactó se terminó: los armados saben que hay oportunidad de crecimiento y de acaparar más ganancias.
“Los grupos armados dependen cada vez más de economías ilícitas regionales y les cuesta generar una suerte de coordinaciones a nivel nacional o mantenerse unidos. Esos procesos de fragmentación van a continuar y eso, justamente, va a tener un enorme impacto humanitario”, le había explicado a EL COLOMBIANO Jorge Mantilla, consultor en temas de seguridad, crimen y conflicto.Siga leyendo: Primicia: Gobierno justifica conmoción interior asegurando que crisis humanitaria era “imprevisible” y que pérdidas suman $58.465 millones