En el discurso de posesión de tres altos funcionarios de Gobierno (este 29 de enero), el presidente Gustavo Petro hizo un duro discurso en el que se refirió, entre otras cosas, a la crisis diplomática y política reciente con Donald Trump.
“Ya trajimos 42 niños. ¿De dónde acá el señor Trump me le va a decir a 42 niños colombianos que son delincuentes?”, dijo el mandatario colombiano en referencia a los menores de edad que ingresaron al país en las últimas horas en los vuelos de deportación a migrantes.“Veía que los blancos arios y los blancos arios colombianos que no son tan arios, contentos... ‘sale esa chusma’. Delincuentes, dijeron”, había dicho el jefe de Estado antes de hablar del tema de los niños.
En efecto, el presidente Trump ha dicho que los deportados de EE.UU. son “delincuentes” e incluso “asesinos”. Pero EL COLOMBIANO consultó a fuentes del Gobierno quienes aseguran que de los vuelos que regresaron en las últimas horas al país, ninguna persona a bordo tiene antecedentes penales o deudas pendientes con la justicia de ningún país.
Sin embargo, para Trump y sus funcionarios el solo hecho de ser un indocumentado en otro país ya es un delito, según han dicho públicamente.
“Es una vil calumnia, a él no le consta nada de eso, y que yo sepa los que veníamos ahí solo queríamos salir del país buscando otra oportunidad, pero no somos narcotraficantes”. Así lo expresó uno de los colombianos deportados desde Estados Unidos este martes.
Otro de los deportados, quien había cruzado la frontera el miércoles de la semana pasada, habló para los medios de comunicación en el aeropuerto El Dorado, y expresó que los funcionarios estadounidenses se burlaron de ellos. “Se reían y decían ‘todos deportados, papá Trump está en la casa’. Hubo personas a las que les quitaron su bastón”, contó.
“Nos esposaron desde los tobillos hasta la cadena, como criminales, nos hicieron firmar documentos obligados, fue horrible, fue un trato inhumano”, agregó, indicando que su propósito era reunirse con su familia, que ya vive en Estados Unidos. “Yo estoy huyendo de la violencia que he sufrido”, argumentó, sin dar detalles de esa situación por seguridad.
El tema de los migrantes y las condiciones en que regresaban a su país de origen desde Estados Unidos fue la gota que derramó el vaso y desató una crisis sin precedentes entre ambos mandatarios.
El presidente Petro se quejó de que los colombianos llegarían esposados de pies y manos y lanzó un trino en la madrugada del domingo en el que negaba la entrada de esos vuelos. Eso produjo una crisis que finalmente fue solucionada gracias a la gestión diplomática del saliente canciller Luis Gilberto Murillo y la recién nombrada Laura Sarabia.
De hecho, el mandatario le asignó algunas funciones a la nueva ministra, empezando por impulsar una agenda común en América Latina y entender los cambios de la política exterior actual frente a potencias como Estados Unidos.“Gracias presidente Petro por su confianza. Asumo el honor de ser canciller con el compromiso de fortalecer nuestra política exterior, tender puentes y proyectar a Colombia con dignidad y liderazgo. Que el diálogo y la cooperación sigan abriendo caminos para nuestra nación”, dijo Sarabia al asumir el cargo.
El presidente Petro hizo otras referencias a Estados Unidos, en concreto a la política de migración de Trump, al decir que “América Latina debe estar unida” e hizo un llamado a la Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños) para unificar posiciones.