Los explosivos estaban ocultos en la vereda Crucecitas de Valdivia, subregión del Norte antioqueña, cerca de la Troncal de Occidente. Según el Ejército, fueron instalados por la Compañía Héroes de Tarazá del ELN, uno de los grupos armados que disputa el control del territorio.
El hallazgo lo hicieron tropas del Batallón de Operaciones Terrestres N° 24, que patrullaban la zona en busca de amenazas para la comunidad. Tras asegurar el área, expertos en explosivos realizaron una destrucción controlada de los tres dispositivos, evitando un atentado en la zona.
Lea también: Grave situación en Valdivia por combates entre Clan del Golfo y guerrilleros: hay al menos ocho muertos
Estos artefactos representan un riesgo mortal para quienes viven y transitan por el sector. En Valdivia, los explosivos han cobrado varias vidas en los últimos meses. Uno de los casos más recientes ocurrió el pasado 20 de diciembre de 2024, cuando Jaime Alexander Betancur, líder comunitario de la vereda La Coposa, murió al pisar una mina mientras intentaba recuperar cuerpos en una zona de combate.
El líder Jaime Betancur, campesino y defensor de su comunidad, habría sido obligado por los grupos armados a ingresar al área minada para retirar los cuerpos de los fallecidos. Su muerte se sumó a la de otras ocho personas en una semana marcada por enfrentamientos entre el ELN, las disidencias de las Farc y el Clan del Golfo.
El Ejército Nacional anunció que mantendrá sus operaciones en la región para neutralizar nuevas amenazas y evitar que más civiles sean víctimas de las minas antipersonal.