El nombre del polémico asesor de Presidencia y exsenador Armando Benedetti ha sonado con fuerza en las últimas horas porque se estaría contemplando que sea jefe de gabinete del Gobierno. Esa versión, sin embargo, fue desestimada por fuentes del su entorno, con quienes habló EL COLOMBIANO: “Él no tendrá relación con ministros”, dijo una fuente bajo reserva.
Hace poco más de una semana, de hecho, Benedetti sonó para liderar el Ministerio de las TIC, tras la salida de Mauricio Lizcano. Este diario habló en su momento con cuatro fuentes alrededor de Benedetti y con otra fuente directa que pidió reserva. Dos aseguraron que esa cartera no estaba en los planes: “No es cierto. Él no quiere ningún Ministerio. Está bien donde está. 0 %.”.
Casi a las 10 de la noche de este domingo, el propio Benedetti se refirió al tema: “Qué jartera (sic) tener que escribir un X en este momento. Lo que han dicho de mí y lo que están diciendo es falso. Insisten en crear historias sin ninguna veracidad y en contra mía!”.
Precisamente, cuando Benedetti renunció a la embajada de Colombia ante la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) en Roma, Italia, una parte del gabinete le exigió respuestas al presidente Petro por el nombramiento como asesor de la Casa de Nariño. Este medio reveló que las inquietudes de los funcionarios no fueron exclusivamente sobre Benedetti sino también sobre Sarabia.
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A varios de los miembros del gabinete les preocupa el “ruido innecesario” que generan ambos en el Gobierno y que podría estar nublando la comunicación del Ejecutivo y sus respectivos sectores de cara al país. Algunos jefes de las carteras creen que Sarabia sí ha usado su poder en Presidencia para hechos irregulares, según lo dijeron las fuentes consultadas, quienes recuerdan el escándalo de las chuzadas a la niñera Marelbys Mesa y de las suspicacias que despierta Andrés Sarabia, hermano de la funcionaria, a quien le acusan de ser un avezado lobbista.
Por el lado de Benedetti, son aún más graves los señalamientos pues tuvo problemas recientes de violencia intrafamiliar en España, siendo embajador, y reconoció que tiene un consumo problemático de drogas y alcohol por el que tuvo que ingresar a rehabilitación.
Antes, ya había protagonizado otros episodios complejos para el Gobierno como los audios revelados por la revista Semana en los que Benedetti, con su personalidad explosiva, ataca con violencia a Sarabia: “Lo que te estoy diciendo, Laura, es que ese tratamiento (...). Y ayer el presidente: ‘No, no, es que tengo afán’. Ajá, marica, yo hice cien reuniones (...), 15.000 millones de pesos, es más, si no es por mí, no ganan. Entonces, así sea de hipócrita, uno va y recibe a la gente, pero el tratamiento que tú y el presidente me dieron ayer, marica, yo no sé; además, lo que te voy a decir no es una amenaza (...), veo que esto me puede emputar, pateo hijueputa, y ahí nos caemos todos hijueputa (sic)”, dijo Benedetti.
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Benedetti “ha caído parado” en este Gobierno pues Petro reabrió la embajada de la FAO solo para él pues esas funciones las ejercía la embajada de Colombia en Italia. Antes, había sido embajador en Caracas y ahora se desempeña como asesor de Presidencia. No hay claridad sobre las funciones que cumple pero él ha dicho que tienen que ver con la “estrategia política” del Ejecutivo.
Benedetti y Sarabia, finalmente, son dos funcionarios que no provienen de la izquierda, pero jugaron un papel clave en la campaña presidencial de 2022. Sin embargo, desde el inicio despertaron una guerra fría en el círculo de poder de Petro que no ha cesado.
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