Desde Panamá, Marco Rubio alega que en vuelo de deportación de 43 migrantes colombianos hay siete con antecedentes

Lina Monsalve Soto es ingeniera industrial de la Universidad de Los Andes, cuenta con una maestría en administración de empresas en el Instituto Tecnológico de Massachusetts en Estados Unidos (MIT).

Este lunes concluyó la visita del secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, en Panamá, desde donde participó de la deportación de 43 colombianos, entre ellos, siete con antecedentes criminales, según reveló el diplomático en línea con los postulados del presidente Donald Trump.

Rubio visitó el aeropuerto internacional de Albrook, desde donde fueron movilizados 43 colombianos en un vuelo de AirPanamá que se dirige a Medellín. Previamente, sostuvo reuniones con autoridades de ese país, entre ellos, el canciller Javier Martínez-Acha y el ministro de Seguridad, Frank Ábrego.

“Entendemos de parte de Estados Unidos que la mayoría de personas que entran por acá realmente tienen destino eventualmente llegar a Estados Unidos, así que hasta cierto punto nuestra frontera no empieza con Texas y México, empieza mucho antes”, declaró Rubio.

Previamente, el presidente panameño, José Raúl Mulino, ofreció al jefe de la diplomacia estadounidense ampliar un acuerdo migratorio para que Estados Unidos utilice Panamá para deportar migrantes irregulares de otros países.

“Le he ofrecido el área de la pista [aérea] de Nicanor en Metetí, (provincia de) Darién, para que sea desde ahí donde se surta el trámite de repatriación de personas de distintas partes como Venezuela, Colombia, Ecuador, entre otras nacionalidades”, dijo Mulino en una conferencia de prensa tras reunirse con Rubio.

Estados Unidos y Panamá firmaron el 1 de julio de 2024, en el primer día de gobierno de Mulino, un acuerdo mediante el cual Washington se comprometió a financiar con hasta 6 millones de dólares los vuelos utilizados por las autoridades panameñas para deportar a los migrantes que cruzaban su frontera sin documentos.

El objetivo era poner freno a la migración por la inhóspita selva del Darién, en la frontera con Colombia. Esa jungla se ha convertido en un corredor para los migrantes que desde Suramérica tratan de llegar a Estados Unidos.

Según Mulino, la ampliación del acuerdo permitirá ahora que los migrantes que son deportados por Estados Unidos lleguen a Panamá y desde una pequeña pista ubicada en la localidad de Metetí (este) sean distribuidos a sus países.

“Creo que eso va a ser, usar a Panamá y de aquí transferir. A nosotros nos conviene mucho eso, sinceramente”, indicó Mulino.

Según el mandatario, Estados Unidos podría correr con los gastos necesarios para adecuar las instalaciones desde las cuales se despacharía a los migrantes.

“Podemos hacer eso sin ningún problema bajo total costo de los Estados Unidos. Panamá no va a invertir un dólar en eso”, señaló el gobernante.

En 2024, unos 300.000 migrantes pasaron por la selva del Darién rumbo a Estados Unidos, una cifra bastante inferior al medio millón de personas que hicieron ese recorrido en 2023.

En lo que va del año, poco más de 2.000 personas han cruzado el Darién, un 94% menos que el mismo período de 2023, cuando más de 34.000 personas atravesaron la jungla donde operan bandas del crimen organizado.

La mayoría de migrantes son venezolanos, aunque también destacan colombianos, ecuatorianos, chinos y haitianos. Mulino destacó además la presencia de personas provenientes de Irán, Pakistán y Bangladesh.

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