La Policía Antioquia informó que luego de labores investigativas adelantadas en el municipio de Nariño, oriente antioqueño, llevó a cabo cuatro diligencias de allanamiento y registro en las que fueron detenidas cinco personas en flagrancia.
En estas acciones judiciales se incautaron 154 dosis de estupefacientes, un arma traumática, dos cargadores de arma traumática, 29 cartuchos de diferente calibre, dos equipos móviles y $814.000 pesos en efectivo.
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Entre los capturados se encuentran alias Cain y alias Frank, quienes eran los principales responsables de la comercialización de estupefacientes en Nariño y municipios aledaños. Según la Policía, ambos hombres estarían vinculados en varios ataques sicariales en el Oriente antioqueño.
De otro lado, en el otro extremo del departamento, la Policía también hizo efectivas tres órdenes de allanamiento y registro en el municipio de Betulia, que permitieron la captura de siete integrantes de la subestructura Edwin Román Velásquez Valle del Clan del Golfo.
Entre los detenidos resalta alias Stailen, presunto cabecilla urbano de Betulia, vinculado al doble homicidio del 31 de enero de 2025 en este territorio.
Cabe recordar que en la madrugada de ese día, dos hombres identificados como Nelson Fernando Serna, de 33 años, y Fraider Antonio Marín, de 24 años, fueron asesinados a tiros dentro de su propia casa en la urbanización Los Girasoles.
Según información del caso, las víctimas –que eran padrastro e hijastro respectivamente– al parecer pertenecían a la banda “20 de Julio” que delinque sobre todo en Urrao y con la que el Clan tiene una abierta confrontación.
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Así mismo fue detenida alias La Gorda, una coordinadora de la venta de estupefacientes de esta organización criminal en este municipio.
En los allanamientos de Betulia fueron encontrados 65 cartuchos de calibre 5.56, 7.62 y 9 milímetros, 1.350 gramos de sustancias ilícitas entre marihuana, clorhidrato y base de cocaína, cinco teléfonos celulares, dos cuadernos con contabilidad de actividades ilícitas.
Según la Policía, estos golpes afectan de manera significativa la red de tráfico local de estupefacientes, así como la estructura responsable de homicidios selectivos en la región.