A un día de cumplirse el plazo para el retiro total de sus tropas de Líbano, el ejército israelí anunció que mantendrá presencia militar en cinco posiciones estratégicas a lo largo de la frontera, desafiando así el acuerdo de tregua firmado con Hezbolá.
“Dada la situación, dejaremos pequeños contingentes de tropas desplegadas temporalmente en cinco puntos estratégicos a lo largo de la frontera con Líbano”, declaró el portavoz del ejército israelí, Nadav Shoshani. Según él, esta decisión busca “seguir defendiendo a los residentes” de la zona y evitar cualquier “amenaza inmediata”.
El presidente de Líbano, Joseph Aoun, ya había advertido sobre la posibilidad de que Israel no cumpliera con el acuerdo. “Tememos que el retiro total no sea completado mañana”, expresó en un comunicado, asegurando que su país está realizando gestiones diplomáticas para exigir el cumplimiento del pacto. “No aceptaremos la permanencia de ningún israelí en nuestro territorio”, afirmó.
Por lo que se espera que la presencia militar israelí en el sur de Líbano seguirá siendo un punto de fricción, y Hezbolá ha dejado claro que espera que el gobierno libanés garantice la salida de las tropas o tomará acciones. “Es responsabilidad del gobierno asegurar la retirada israelí”, dijo su líder, Naim Qasem.
El alto el fuego entre Israel y Hezbolá entró en vigor el 27 de noviembre tras dos meses de intensos combates. Según el acuerdo, solo el ejército libanés y los cascos azules de la ONU debían mantenerse en el sur del país, mientras que Israel debía completar su retirada antes del 18 de febrero. De igual manera, Hezbolá debía replegarse al norte del río Litani, a unos 30 kilómetros de la frontera, y desmantelar su infraestructura militar en el sur.
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Si bien el cese al fuego sigue firme, la violencia no se ha detenido totalmente. Por ejemplo, el ejército israelí informó que este lunes dio de baja a un comandante de Hamás en un bombardeo en la ciudad de Sidón, en el sur de Líbano.
Durante los enfrentamientos, Israel ha llevado a cabo bombardeos masivos sobre el territorio libanés, atacando bastiones de Hezbolá en el sur y el este del país, así como en los suburbios de la capital, Beirut. Pero Israel alega que se debe a que el grupo no ha desmantelado su infraestructura militar.
A partir del martes, se espera que inicie una nueva fase de la tregua. Las Naciones Unidas estiman que este conflicto ha desplazado a más de 100.000 personas dentro del país y las autoridades libanesas calculan que la reconstrucción de las zonas devastadas podría costar hasta 11.000 millones de dólares.
Por ahora se espera una respuesta del Gobierno libanés ante la decisión de Israel de mantenerse en el sur. El temor ahora es si la tregua lograda en noviembre logrará sostenerse o si el incumplimiento de Israel será el detonante de una nueva escalada del conflicto.