”Ya no sufrirán más por mi culpa”, escribió Juan* con un lápiz en media hoja de su cuaderno de sexto grado. Apenas unas palabras, torpes pero definitivas. Luego, abrió la ventana de su habitación y se arrojó al vacío. Tenía solo 11 años. Horas más tarde, murió en un hospital de Bogotá.
Su historia es solo una entre cientos. En 2021, Juan engrosó el listado del suicidio infantil en el país. Una tragedia difícil de anticipar y solo cuando se ha consumado las familias, puestas de un sacudón en una parada sin retorno, rebobinan para encontrar las causas.
El panorama es alarmante: en 2024, se registraron 287 suicidios de niños, niñas y adolescentes, una de las cifras más altas del país. Del total, el 58 % eran hombres y el 42 % mujeres. Aún así, 2019 sigue siendo el año con más casos, con 290 muertes.
“Esta situación es especialmente grave. Nosotros hemos observado que hay una serie de factores que asedian la situación que viven los niños y los adolescentes en las que están creciendo, relacionados con la pobreza, la mayoría de los suicidios se dan en estratos 1 y 2, también son contextos en los que hay microtráfico cerca de los colegios, violencia intrafamiliar y violencia de género en la familia”, explicó la defensora del Pueblo, Irís Marín.
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Las causas, según las autoridades, son diversas, aunque en algunos casos las alertas son más evidentes. Pero hay otros, como el de Juan.
Un niño amado, con todas las comodidades, cuidado con esmero por su madre, su hermana y, sobre todo, su abuela. Ella, quien lo crió desde que nació hasta el día en que se quitó la vida, no ha dejado de llorar desde entonces. La nota, escrita a lápiz, llevaba una dedicatoria que, más que un mensaje de despedida, fue una sentencia de dolor: ”Abuela, ya no estarás más enferma por mi culpa”.
Según Medicinal Legal, de los 287 casos, el 1% fueron niños y niñas entre los 5 y 9 años, el 21% de 10 a 13 años y 78% de 14 a 17 años.
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“Es alarmante que haya aumentado el suicidio de menores desde 2019, tanto en intentos de suicidio como en suicidios consumados. Los intentos de suicidio son mayores entre niñas y adolescentes mujeres, mientras que los suicidios consumados son más frecuentes entre chicos y adolescentes varones. Entonces, ahí estamos fallando en algo”, reconoció la defensora.
El departamento de Antioquia es la región del país con más suicidios de menores de edad, con 40 casos registrados. Le siguen Bogotá, con 30 muertes; Valle del Cauca, con 19; Cundinamarca, con 17; Boyacá, 12, entre otros.
Con 30 casos cada uno, los meses donde más ocurrieron suicidios fueron enero y abril. Juan se quitó la vida en agosto, ese mismo mes, pero en 2024, otros 24 niños tomaron la misma decisión.
Cuatro años después, su familia aún debate si es mejor que esas letras escritas en la media hoja del cuaderno del grado sexto, del que nunca pasó el niño, sigan desvaneciéndose con el tiempo o que permanezcan inamovibles, como el dolor que dejó su ausencia.