En una avanzada con la que se buscan contener los barrios de invasión y las construcciones ilegales, las autoridades urbanas de Medellín han frenado en lo que va de este año por lo menos 255 obras con inconsistencias en sus permisos en el corregimiento de San Antonio de Prado.
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En medio de la explosión demográfica que se viene presentando en esta zona del suroccidente de Medellín, uno de los últimos reductos de suelo de expansión y que ha pasado de tener unos 71.270 habitantes en 2006 a más de 163.000 el año pasado, el Distrito lanzó una estrategia de largo aliento con la que busca frenar la proliferación de construcciones ilegales.
Tan solo durante las primeras semanas de este año, un equipo especial ha realizado por lo menos 18 operativos en ese corregimiento, no solo logrando parar 255 obras, sino removiendo otras 90 que invadían el espacio público o tenían irregularidades en sus papeles.
Además de funcionarios de la Secretaría de Gestión y Control Territorial, dicho equipo también está integrado por funcionarios de la Secretaría de Seguridad, Espacio Público, la Policía, el Ejército, el Departamento Administrativo de Gestión de Riesgo (Dagrd) y la Gerencia de Corregimientos.
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El secretario de Seguridad de Medellín, Manuel Villa Mejía, señaló que en medio de esos operativos han sido capturadas por lo menos 11 personas por delitos como fraude a resolución judicial o administrativa y se han emitido también otras 23 órdenes de policía.
“Se han abierto cuatro investigaciones contra presuntos responsables de loteo ilegal y estafas inmobiliarias. La denuncia ciudadana es clave para prevenir estas prácticas y garantizar un desarrollo urbano seguro y legal”, precisó el funcionario, señalando que en esos cuatro procesos también participa la Fiscalía General de la Nación.
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“No podemos permitir que la ilegalidad se imponga sobre la planificación y el desarrollo responsable de Medellín. Estas acciones son fundamentales para el ordenamiento territorial y la seguridad ciudadana, ya que las construcciones ilegales no solo afectan el espacio público y la infraestructura de la ciudad, sino que también ponen en riesgo la vida de quienes los habitan”, añadió Villa Mejía.
Durante los últimos cinco años, las autoridades policiales y urbanas de Medellín están en alerta por el crecimiento de varios barrios de invasión en la ciudad.
Aunque el año pasado los cálculos oficiales daban cuenta de por lo menos 65 puntos críticos, había especial preocupación en zonas como la Vallejuelos, Olaya Herrera, el barrio El Paraíso, El Faro y Moravia ante la proliferación de viviendas de invasión, en la mayoría de los casos controladas por grupos armados que han convertido el loteo ilegal en una de sus principales rentas.
La Secretaría de Seguridad hizo un llamado a la ciudadanía para denunciar cualquier irregularidad o estafa inmobiliaria, para que las autoridades puedan abrir investigaciones y adelantar acciones de control.