La instalación de un campamento del Clan del Golfo a 40 minutos de una zona de reincorporación fue suficiente para que las disidencias de las Farc, en alianza con el ELN, decidieran dejar hasta sin internet a la comunidad de firmantes de paz en la vereda Bocas de San Francisco, ubicada en el municipio de Yondó, Magdalena Medio antioqueño. Esto, sumado a las situaciones que se viven, principalmente en el Nordeste, Norte y Bajo Cauca muestran que si bien este grupo armado no tiene el control territorial en el departamento, aún cuenta con suficiente poder para afrontar combates y cometer homicidios y desplazamientos de las comunidades donde tienen presencia o pretenden incursionar.
Así es la operación del grupo armado que copó nuevamente los territorios dejados por las extintas Farc, conformado por quienes no quisieron reincorporarse a la vida civil. Lo primero que hicieron fue fortalecerse en las regiones donde las extintas Farc siempre fueron fuertes, como Yarumal, Valdivia, Angostura, Briceño y Campamento, en el Norte de Antioquia, para luego intentar un proceso de expansión que inicialmente llegó a Anorí y a Amalfi, en el Nordeste.
Sin embargo, en los últimos años han perdido poderío territorial en Antioquia, teniendo en cuenta que el ELN está presente en el 26% del departamento y el Clan del Golfo ya está en 66 de 125 municipios, lo que equivale al 53% y con una violenta y rápida avanzada, según Antioquia Cómo Vamos.
En este informe se indica que las disidencias actualmente están en 19 municipios en el Nordeste, Norte, Bajo Cauca y Magdalena Medio antioqueño, lo que equivale a un 15% de presencia, pero enfocados principalmente en fortalecerse en aquellas zonas estratégicas que por décadas fueron fortines farianos, pero donde el Clan del Golfo ha lanzado a sangre y fuego sus planes de control territorial, como viene ocurriendo en Valdivia y Briceño, donde se han registrado desplazamientos, homicidios y hasta muertes de policías.
También se les señala de las supuestas amenazas contra el gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, el pasado 28 de enero. De acuerdo con la información de las autoridades, tendrían planeado un atentado y para ello se habrían articulado a las facciones aliadas en el Valle de Aburrá.
El principal eje de disputa de las disidencias para tener el control territorial pasa por las rutas que tienen en estas subregiones, pero principalmente hay una disputa por el control de la zona que compone el límite del Nordeste y Bajo Cauca antioqueño con el sur de Bolívar, donde se habla de varias riquezas relevantes para estos grupos, como los yacimientos de oro que hay en estos sectores, de los cuales se pueden extraer miles de onzas de oro, con lo cual pueden fortalecer sus rentas criminales.
Por eso, en este territorio de Antioquia hay una alianza con el ELN, para tener mayor capacidad armada en su disputa con el Clan del Golfo, estructura criminal que viene ingresando al territorio, tanto desde Bolívar, como desde Antioquia, para adueñarse de la zona y de las riquezas.
En cuanto a lo sucedido en Yondó, este municipio sería uno de los corredores estratégicos por su ubicación, ya que permite su conexión tanto con Remedios y Segovia como con el sur de Bolívar. Ante esto, los del Clan del Golfo aprovecharon este sitio, cercano a la zona donde están los firmantes de paz del Núcleos de Autogestión y Reincorporación (NAR) Bocas de San Francisco, para montar su campamento 40 minutos aguas abajo, lo que generó la molestia del ELN, principalmente, por lo que llevó a que la comunidad se viera afectada por esta decisión y, de paso, quedara en vilo si habría algún riesgo de que se fracturara esta alianza guerrillera.
Actualmente las disidencias de las Farc en todo el territorio nacional están divididas entre Estado Mayor Central (EMC) y la Segunda Marquetalia. No obstante, en el departamento solo hay presencia del EMC, ya que la otra estructura está más concentrada en el oriente y sur del país.
“Las estructuras de acá de Antioquia siguen siendo fieles a alias Calarcá, por lo que no hubo quienes se fueran con la Segunda Marquetalia. Hubo un amague de irse con alias Iván Márquez por parte del frente 18, pero no se materializó”, dijeron fuentes de inteligencia.
Todos forman parte del llamado bloque Magdalena Medio, el cual se encuentra distribuido en tres frentes, los cuales están repartidos de acuerdo con las zonas estratégicas para este grupo armado.
De acuerdo con expertos del conflicto armado, el frente 18 se encuentra en Briceño, Yarumal e Ituango, en algunos de estos territorios en alianza con el frente 36, todo para fortalecer su presencia armada, principalmente ante la embestida del Clan del Golfo en Briceño e Ituango.
Quien tendría el liderazgo de este frente sería Erlinson Echavarría Escobar, alias Ramiro o El Ruso, a quien el 10 de diciembre de 2020 anunciaron que había muerto en un bombardeo de las fuerzas armadas en la vereda Blanquizal, de Ituango, en un ataque que tiempo después se confirmó que lo había dejado lesionado de gravedad.
Otro reducto de Antioquia está en manos del frente 36, quizá el más fuerte que tiene esta organización criminal en el departamento, puesto que tiene presencia en una parte de Ituango, los municipios del Bajo Cauca antioqueño, Puerto Valdivia, Campamento, Angostura, Carolina del Príncipe, Gómez Plata, Anorí y unas zonas de Amalfi.
La cabeza visible de esta facción sería Édgar de Jesús Orrego Arango, alias Firu, a quien capturaron el 23 de julio del año pasado en una caravana de camionetas de la Unidad Nacional de Protección (UNP), en el sector de Puente Gabino, de la vereda Porcesito, de Cisneros (Nordeste), cuando venían desde Norte de Santander y allí, luego de verificar que tenía orden de captura vigente, procedieron a su detención, pese a formar parte del proceso de paz con el Gobierno Nacional.
Finalmente queda el frente 4, con mayor poder en el corregimiento Puerto López, de El Bagre, y también con notoria presencia en Remedios, Segovia, Yondó y el sur de Bolívar, justamente una de las zonas con mayor disputa con el Clan del Golfo.
Quien comandaría esta estructura sería Jhon Camilo Montoya, alias Fiera o Jhon. Su nombre real es Luis Antonio Montoya Muriel. Comenzó su vida como arriero pero con el paso de los años se volvió guerrillero y se convirtió en una de las personas de mayor peligrosidad en este grupo.
De hecho, sus habilidades en la arriería le sirvieron en su momento para llevar mensajes, municiones y material logístico por las montañas del Bajo Cauca antioqueño, ya que es oriundo del municipio de El Bagre.
También hubo un intento, hace un par de años, de la llegada de un nuevo frente de las disidencias, del quinto, a cargo de Edwin de Jesús Chavarría Monsalve, alias Mamarrón, pero no alcanzó a llegar a 20 unidades y fue absorbida propiamente por otras organizaciones. Alcanzó a operar en el Norte antioqueño y en el municipio de Sabanalarga, Occidente del departamento.
Sin embargo, actualmente la prioridad de las disidencias de las Farc pasa por fortalecerse en los territorios donde están radicados, más que tratar de controlar nuevas zonas en medio del avance del Clan del Golfo en cuanto a ocupación de veredas y municipios se refiere.
Una de las zonas donde más resguardo tiene es Briceño, donde en enero pasado hubo 58 familias desplazadas, conformadas por 136 personas, que debieron salir de sus casas por las confrontaciones de los grupos guerrilleros y el Clan del Golfo, a quienes se les vería en el territorio, pero sin poderse consolidar.
“El EGC (Ejército Gaitanista de Colombia, otro de los nombres del Clan del Golfo) lleva mucho tiempo intentando entrar a Briceño, pero no se pueden consolidar porque en estas confrontaciones vienen perdiendo muchos hombres”, relató un conocedor del conflicto en el territorio.
Otra situación se está viviendo en Ituango, donde el Clan del Golfo habría ganado territorio, dominando el 90% de una zona que por décadas estuvo bajo la tutela guerrillera. Sin embargo, las disidencias, en alianza con el ELN, han restaurado la lucha desde la ruralidad, ya que este municipio, por su conexión con el Occidente y el Bajo Cauca, además de su cercanía con Hidroituango, es una de las zonas más codiciadas por los criminales.
Sus disputas también llevaron a que en enero pasado 44 familias de las veredas Bocas de Chicamoque y El Socorro Arriba, del corregimiento de Puerto López, de El Bagre, llegaran a zona urbana tras el desplazamiento por las constantes disputas que se registran entre estos grupos armados, principalmente las disidencias buscando cuidar el territorio de la estructura narcoterrorista.
El Bloque Magdalena Medio del Estado Mayor Central tiene como principal cabecilla a Javier Alonso Veloza García, alias Jhon Mechas, quien tendría como segundo hombre de confianza en el departamento a alias Firu, quien a su vez coordinaría a alias Ramiro y a alias Fiera.
Uno de los hombres fuertes en Anorí y Amalfi sería Néider Yesid López, alias Primo Gay o Santiago, quien es el segundo cabecilla del frente 36 y quien recientemente estaría detrás del rapto de un hombre en la zona rural de Amalfi.
Las disidencias de las Farc en Antioquia, si bien muestran que son la estructura con menos expansión territorial, igual continúan siendo el grupo armado que genera temor y desplazamientos en la ruralidad de cuatro subregiones del departamento, tal como ocurrió en Briceño y en El Bagre.
Hay un elemento que juega un papel clave y es el control social que todavía pueden ejercer las disidencias de manera efectiva, a pesar de estar en desventaja de armas y hombres. En el Norte de Antioquia, en municipios como Carolina y Angostura, ejercen autoridad con manual de convivencia y en las veredas mantienen su influencia mejorando viviendas, vías y resolviendo problemas de convivencia. A esa especie de arraigo en sus fortines que las extintas Farc sostuvieron entre 1970 y 2016 se aferran quienes le incumplieron a la paz para retomar las armas.