“Este no es el espacio del señor Benedetti. Yo no voy a renunciar. Sigo los pasos de Susana (Muhamad): no renuncio. Tengo la obligación de proteger. Y a mí no me pueden decir sectario”. En estos términos, el director de la Unidad Nacional de Protección (UNP), Augusto Rodríguez, hablaba con vehemencia durante el accidentado Consejo de Ministros de principios de mes.
Sin embargo, pasadas tres semanas otra parece ser la situación. El cantado arribo del exembajador Armando Benedetti al Ministerio del Interior podría precipitar la salida de Rodríguez del Gobierno del presidente Gustavo Petro.
¿La razón? En la práctica, Benedetti como ministro del despacho encargado de la política sería el jefe de Rodríguez. El propio organigrama de la UNP establece que por encima del director se encuentra el Consejo Directivo, una instancia que dirige nada menos que el ministro del Interior.
La voz de Rodríguez fue una de las que sonó con mayor fuerza en contra de la llegada de Benedetti al “Gobierno del Cambio”. De hecho, fue el director de la UNP quien reveló un escándalo del que se hablaba en voz baja y en el que habría tenido injerencia Benedetti: el supuesto ingreso de dineros ilegales por parte de Diego Marín, alias Papá Pitufo, a la campaña de Gustavo Petro en 2022.
“A la campaña intentaron penetrarla recursos de ese sector (...) intentaron meter una plata y la logramos frenar (...) cuando el señor Benedetti llegó a la campaña yo puse alertas. Me moví e hice investigaciones”, agregó Rodríguez, quien acusó a Benedetti de haberse reunido con Diego Marín alias Papá Pitufo.Le puede interesar: Armando Benedetti suena para ser el próximo ministro del Interior del Gobierno Petro
La relación de cercanía y lealtad entre el presidente Gustavo Petro y Rodríguez data de los años en los que ambos compartían militancia en la guerrilla del M-19. La confianza que el mandatario ha depositado en su compañero de luchas es tal que en plena crisis de Gobierno en junio de 2023 –tras la controvertida salida de su entonces jefe de gabinete, Laura Sarabia– Rodríguez asumió informalmente sus tareas e incluso, lo acompañó en varios viajes.
Sin embargo, hoy la relación parece estar fracturada y, una vez más, la génesis sería el accidentado Consejo de Ministros del pasado martes 4 de febrero, que el presidente decidió televisar y en el que quedaron al descubierto los reparos de su gabinete con el arribo del controvertido exembajador Armando Benedetti como nuevo jefe de despacho presidencial.
“Debo decir que tengo con el presidente de la República un trabajo y una cercanía de cerca de 30 años. Hemos construido proyecto, hemos luchado juntos, sueños... La lucha nuestra, que fue la que aprendimos en la militancia en otra época en el M-19, sencillamente cambió las armas y decidimos que con las urnas, con los mismos propósitos y ganas, podríamos transformar el país”, sostuvo Rodríguez durante el cónclave ministerial.
Rodríguez fue uno de los asesores de cabecera del entonces congresista durante toda su trayectoria legislativa por más de una década. Según un perfil que realizó La Silla Vacía, se conocieron en plena desmovilización del M-19 a principios de la década del 90 y afianzaron una relación que llevó a Rodríguez –un ingeniero químico de profesión– a ser estratega de varias campañas del hoy jefe de Estado.Siga leyendo: Benedetti y sus tareas como “microgerente” y otros secretos en De Buena Fuente