El presidente Gustavo Petro se refirió una vez más al polémico arribo de Armando Benedetti como ministro del Interior, y al papel que ha jugado la hoy canciller Laura Sarabia. Se trata de los figuras de su círculo más cercano y quienes han estado implicados en varias controversias que, en su momento, incluso llevaron a que el presidente les pidiera la renuncia.
Sin embargo, ahora, en la recta final de su mandato, Petro una vez más les dio juego en su gabinete: nada menos que para las relaciones políticas (en el caso de Benedetti) y para los asuntos diplomáticos e internacionales (en el caso de Sarabia).
Frente a Laura Sarabia –otrora jefe de gabinete, directora de Prosperidad Social y directora del Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre)–, el jefe de Estado señaló que su hoy ministra de Relaciones Exteriores “es una buena organizadora y una mujer joven”; no obstante, advirtió que “hay que saber por cuál camino no se madura”, al tiempo que dijo que deber saber cuál es la voz de Colombia en el mundo.
“Es una buena organizadora y una mujer joven. Cuando sé es joven hay que madurar y hay que saber por cuál mal camino no se madura. Ahora en la Cancillería tiene que saber cuál es la voz de Colombia en el mundo”, declaró Petro en diálogo con el diario español El País.
En el caso del exembajador, quien carga a cuestas escándalos por presunta violencia contra la mujer y de género, sumado a procesos judiciales por tráfico de influencias o enriquecimiento ilícito, Petro reconoció que, aunque “viene de la política tradicional y acusaciones desde el lado feminista”, su esposa “lo defiende” y que él debe actuar guiado por hechos y no por rumores.
“Ya sé que puede haber subordinación, pero un presidente no puede tomar decisiones por un ‘puede’, sino por hechos. Su hijo estuvo a punto de suicidarse con aquella andanada de la prensa. Su propia esposa me pide que no lo destruya (...) no destruir a las personas es dar una segunda oportunidad. El único proceso judicial en firme en su contra es por tráfico de influencias. Si me pongo a ver todo lo que me rodea, todos hacen tráfico de influencias. Todos intentan influenciarme”, aseguró el mandatario.
En esa línea, Petro habló de su accidentado Consejo de Ministros y al señalar que “salió bueno”, manifestó que las críticas que ese 4 de febrero afloraron contra su entonces jefe de despacho presidencial –lo que derivó en una ola de renuncias en su gabinete–, se centraron en Benedetti y ocasionaron que se perdiera de vista el objetivo del encuentro.
“La verdadera pelea no es Benedetti, esa es la excusa para no hablar de otras cosas. Puse sobre la mesa el nivel de lo cumplido y todo terminó en Benedetti. ¿Por qué?”, cuestionó, al insistir que durante el Consejo de Ministros entendió “que hay gente que se quiere ir a la campaña y esa gente no va a trabajar a fondo en lo que yo quiero. No necesito gente con agendas dobles”.
Al ser cuestionado sobre su aparente insatisfacción con su gabinete, Petro sorprendió al afirmar que “no hemos conquistado el poder, hemos conquistado un gobierno administrador acorralado por los otros poderes y por intereses económicos, entre ellos los de la prensa”. Por ello, instó a la movilización y advirtió que si en 2026 gana la derecha “sabe qué hacer: matar. Y no mata a uno, mata a decenas de miles de personas. No tienen barrera moral”.